El consorcio encabezado por Mitsubishi Corporation Offshore Wind, filial del conglomerado japonés, ha anunciado este miércoles su retirada de los tres proyectos de energía eólica marina que estaba desarrollando en Japón. La empresa citó la inviabilidad de sus planes por los elevados costes y la presión del entorno económico.
La compañía explicó que desde su elección en diciembre de 2021 como operadora de estos proyectos, el contexto ha cambiado de forma drástica. La pandemia, la guerra en Ucrania, la inflación, el encarecimiento de las cadenas de suministro y el aumento de los tipos de interés han hecho imposible mantener un plan de negocio viable.
En febrero ya había comunicado que revisaría sus proyectos en Akita y Chiba, pero tras conversaciones con sus socios confirmó que no continuará con ellos.
Impacto financiero
Mitsubishi reconoció que asumió una pérdida por deterioro de 52.200 millones de yenes (unos 300 millones de euros) en los nueve meses hasta diciembre pasado. Aunque la mayoría de los costes ya fueron contabilizados, la empresa espera que cualquier pérdida adicional sea limitada.
El consorcio había ganado en 2021 una licitación del Gobierno japonés para instalar 134 turbinas marinas con una capacidad total de 1,7 gigavatios, previstas para entrar en funcionamiento entre 2028 y 2030.
La salida de Mitsubishi abre la puerta a otros grandes actores de la energía eólica marina. Entre ellos destacan Iberdrola o la alemana RWE, que podrían competir por ocupar el espacio que deja el conglomerado japonés.