Un coche de Uber sin conductor ha atropellado a una ciclista con resultado de muerte. La víctima ha sido una mujer y los hechos han tenido lugar en la localidad de Tempe (Arizona), Estados Unidos. La compañía ha anunciado que de momento parará las pruebas de sus vehículos autónomos. No obstante, las declaraciones policiales tras el suceso parecen indicar que fue la víctima, que circulaba en bicicleta, cruzó sin precaución la vía, impidiendo así que reaccionara de forma eficiente el sistema SUV de autoguiado de Uber. Se ha hecho público que el coche viajaba a menos de 60 kilómetros por hora cuando se produjo el incidente. Uber ha estado probando la tecnología de conducción automática en EE. UU y Canadá durante meses. Hasta ahora solo había habido un accidente previo y sucedió el año pasado cuando un todoterreno Uber autónomo fue golpeado por otro conductor. «En los casos con vehículos autónomos, habrá una investigación un poco más a fondo sobre qué tipo de tecnología hay en los vehículos y qué tecnología estaba funcionando en el momento del accidente», aseguró ante la prensa uno de los oficiales de policía que investiga el caso. El debate ahora queda en el marco de la responsabilidad penal para este tipo de casos. Es evidente que la compañía debe asumir los costes civiles, si se considera que el accidente fue provocado por un problema de funcionamiento. La pregunta es si los desarrolladores de software o los dueños de la compañía deben pagar por los daños que puedan provocar sus máquinas.
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