La compañía British Petroleum (BP) protagonizó en 2010 el máximo desastre ambiental de Estados Unidos. El 20 de abril de aquel año, explotó la plataforma marítima Deepwater Horizon que operaba en el Golfo de México, a 80 kilómetros de New Orleans.
Como resultado, murieron 11 personas y fueron derramados en aguas oceánicas barriles de crudo que contaminaron la costa de cinco estados norteamericanos. La filtración fue controlada tres meses después de ocurrido el desastre.
Negación
La Justicia norteamericana procesó a ejecutivos de BP por diversos cargos, entre ellos homicidio culposo, obstrucción de las investigaciones y violación de normas ambientales. Un exdirectivo llegó a ser declarado culpable por mentir al Congreso de Estados Unidos sobre la cantidad de barriles derramados.
Tras la investigación judicial, BP (que inicialmente había intentado minimizar el caso) admitió su negligencia en 14 acusaciones y fue condenada a pagar una multa de 4.500 millones de dólares.
Aquella multa ya era récord, pero deliberaciones judiciales posteriores llevaron a una controversia sobre el valor por barril derramado. En medio del proceso, quien era su CEO en la época de la explosión, Tony Hayward, dejó la corporación.
Las tramitaciones continuaron bajo la Ley de Agua Limpia. El juez Carl Barbier de New Orleans acordó con el Gobierno de Estados Unidos una multa de 4.300 dólares por cada barril derramado.
El magistrado estimó entonces que habían caído al mar 3,2 millones de barriles. De allí, la pena de 13.700 millones de dólares solicitada.
Admisión
Los abogados de BP intentaron disminuir el valor hasta 3.000 dólares por barril, lo que les daría una multa máxima de 9.570 millones. Al ser informados de la cantidad reclamada por el juez, la empresa expresó que apelaría la decisión a través de nuevos recursos legales.
Sus gastos derivados del derrame, contabilizando limpieza de las aguas, multas e indemnizaciones, ya llegan a 42.000 millones de dólares. De acuerdo con los informes de la compañía, se logró el rescate de 800.000 barriles, menos de un tercio del total.
El Gobierno de Estados Unidos había estimado inicialmente que la cantidad de barriles derramados fue de 4,1 millones, lo que elevaría la multa a 17.600 millones de dólares. El fallo del juez redujo esa cantidad a 3,2 millones, estableciendo al mismo tiempo una importante reducción en el volumen final de la multa.
Multas adicionales
Más allá de los valores finales acordados, la petrolera puede enfrentar multas adicionales por los daños povocados en los recursos naturales. Grupos de ambientalistas consideran que el ecosistema del Golfo de México tardará varias décadas para recuperarse del desastre.
El juicio contra BP ya determinó el grado de negligencia y volumen del derrame. Durante el proceso también fue analizado el papel de las compañías Transocean Ltd y Halliburton Co. y el juez las encontró corresponsables, aunque en menor grado, del derrame, por lo que distribuyó las penas adjudicando a BP un 67%, a Transocean 30% y a Halliburton un 3%.
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