Las autoridades antimonopolios de Francia han hecho público que el grupo deberá pagar una multa récord de 350 millones de euros por abusar de su posición dominante en el país. Aparentemente esta compañía ofrecía, entre otras cosas, programas que violaban las normas de la competencia para contratos de telefonía móvil con el fin de obtener fidelidad por parte de su cartera de clientes empresariales, así lo dictaminó la autoridad francesa.
Anteriormente las empresas competidoras Bouygues Telecom y SFR se habían quejado de las actividades ilícitas que Orange cometía como líder del mercado. Ahora deberán pagar la multa más alta, jamás impuesta a una empresa por la autoridad antimonopolio francesa. Según sentenció organismo, Orange utilizó "prácticas anticompetenciales" para "frenar de forma abusiva el desarrollo de la competencia en el mercado de la clientela de empresas" en la década pasada.
Orange, denominación del operador histórico francés France Télécom, "ha decidido cooperar" con la Autoridad de la Competencia y "no niega las prácticas ni su carácter contrario a la competencia", indicó el organismo en un comunicado. Agregó que tampoco se opone a la sanción impuesta ni a la imposición de ciertas normas "destinadas a restablecer inmediatamente un funcionamiento competencial del mercado".
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