La compañía matriz de la red social X (antes Twitter), propiedad del magnate Elon Musk, ha presentado una demanda contra el Estado de Nueva York para impugnar una ley que exige a las plataformas revelar cómo gestionan el discurso de odio, la desinformación y el extremismo.
El recurso fue interpuesto en un tribunal federal de Manhattan y tiene como objetivo que el juez declare inconstitucional la norma y frene su aplicación inmediata, según Bloomberg.
Una norma basada en el precedente de California
La legislación neoyorquina entra en vigor esta semana y obliga a las redes sociales a publicar informes detallados sobre sus criterios y procesos de moderación respecto a contenidos sensibles como racismo, radicalización, acoso, injerencia extranjera o desinformación.
Desde X Corp se sostiene que esta normativa se inspira en una ley similar aprobada en California, que ya fue parcialmente bloqueada por un tribunal federal de apelaciones en septiembre tras concluir que viola la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense.
La libertad de expresión como eje del conflicto
La demanda se apoya precisamente en ese argumento: la ley impone una carga regulatoria que colisiona con el derecho a la libertad de expresión, reunión y prensa, protegido por la Carta Magna. Para la defensa legal de Musk, el estado no puede imponer a las empresas tecnológicas cómo definir ni gestionar el contenido de sus plataformas.