Nippon Steel paga 14.100 millones y acepta las reglas de EE.UU.

La adquisición por 14.100 millones de dólares incluye una acción dorada que da poder de veto al Gobierno estadounidense.
Shigeru Ishiba, primer ministro de Japón, y Donald Trump, presidente de EE.UU. Shigeru Ishiba, primer ministro de Japón, y Donald Trump, presidente de EE.UU.
Shigeru Ishiba, primer ministro de Japón, y Donald Trump :: TWH

La japonesa Nippon Steel ha completado la compra de U.S. Steel por 14.100 millones de dólares, en una operación que convierte a la acerera estadounidense en una filial de propiedad absoluta.

El acuerdo incluye una cláusula singular: una acción dorada que otorga al Gobierno de Estados Unidos capacidad de veto sobre aspectos clave de la gestión.

«El acuerdo garantiza la rentabilidad y la libertad de gestión, y estamos muy satisfechos», señaló Eiji Hashimoto, presidente de Nippon Steel, durante una comparecencia en Tokio.

Según el directivo, la operación responde tanto a los intereses empresariales de expansión como al objetivo de Washington de reindustrializar su economía.

Supervisión directa de la Casa Blanca

El mecanismo de acción dorada permitirá al Ejecutivo estadounidense nombrar un director independiente en el consejo de administración de U.S. Steel e impedir que la matriz japonesa traslade la sede, modifique la marca o cierre fábricas en territorio estadounidense sin aprobación presidencial.

Aunque esta influencia ha generado dudas sobre el grado de autonomía real de la compañía japonesa, Hashimoto aseguró que la fórmula fue propuesta por ellos mismos para dar garantías a las autoridades. El presidente de Nippon Steel afirmó estar convencido de que contará con el apoyo de la actual Administración Trump para aplicar el acuerdo.

La operación estuvo paralizada durante meses tras el rechazo de la Administración Biden, que según Hashimoto priorizó el respaldo sindical. La nueva administración ha desbloqueado la compra, alineada con una política industrial que protege sectores estratégicos como el del acero ante el avance de competidores internacionales, especialmente China.

«Estados Unidos es un mercado muy atractivo y seguirá creciendo, sobre todo en acero de calidad», afirmó el ejecutivo. En su opinión, la operación refuerza el posicionamiento global de Nippon Steel, pero también da viabilidad a largo plazo a U.S. Steel: «Es una estrategia necesaria para volver a la cima del sector».

La empresa ha definido un cronograma para nuevos desarrollos industriales, incluyendo la expansión de plantas con personal no sindicalizado y la introducción de productos estratégicos como las láminas de acero eléctricas, con potencial para sectores como el automotriz y la energía.

Add a comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *