La tecnológica Nvidia ha firmado un acuerdo de licencia no exclusiva con la startup de inteligencia artificial Groq, fundada por antiguos ingenieros de Google. La operación no ha desvelado el precio de la transacción, aunque ambas compañías han confirmado el alcance tecnológico del pacto.
Según un comunicado de Groq, el acuerdo contempla que Jonathan Ross, fundador de la compañía, Sunny Madra, su presidente, y otros miembros del equipo se incorporen a Nvidia para avanzar en el desarrollo de la tecnología licenciada. El foco se sitúa en la inferencia de IA y en los procesadores de baja latencia, un área clave para aplicaciones en tiempo real.
Groq mantiene su independencia operativa
La startup continuará operando como empresa independiente y ha nombrado a Simon Edwards como nuevo director ejecutivo. La compañía mantiene así su estructura corporativa, pese a la integración de parte de su talento en Nvidia.
En los últimos años, grandes tecnológicas han optado por licenciar tecnología y captar equipos clav de startups sin ejecutar adquisiciones completas. Según The New York Times, esta fórmula busca reducir el escrutinio regulatorio y agilizar la incorporación de activos estratégicos.
Alex Davis, director ejecutivo de la firma de inversión Disruptive, que ha invertido más de 500 millones de dólares en Groq desde su fundación, señaló a CNBC que la operación estaría valorada en 20.000 millones de dólares en efectivo. Según esta versión, Nvidia asumiría los activos tecnológicos de Groq, mientras que el negocio en la nub quedaría fuera del acuerdo.
Integración en la plataforma de Nvidia
Por su parte, Jensen Huang, director ejecutivo de Nvidia, comunicó a la plantilla que la compañía planea integrar los chips de baja latencia de Groq en su ecosistema de IA. El objetivo es ampliar «la plataforma para servir a una gama aún más amplia de inferencia de IA y cargas de trabajo en tiempo real».
Groq está valorada en casi 7.000 millones de dólares y cuenta entre sus inversores con Samsung, BlackRock y 1780 Capital. La compañía se especializa en el diseño de chips a medida para inferencia, una tecnología esencial para aplicaciones como chatbots, sistemas de recomendación y procesamiento avanzado de datos.
