Nvidia ha revelado sus planes para comenzar a fabricar supercomputadoras de inteligencia artificial en Estados Unidos, un paso significativo en su estrategia de producción local. Este movimiento ha sido recibido con entusiasmo por la Casa Blanca, que lo ve como parte del «renacimiento de la manufactura estadounidense». La empresa ha reservado más de 90.000 metros cuadrados en Arizona para la producción de chips NVIDIA Blackwell y en Texas para las supercomputadoras de IA.
Este ambicioso plan forma parte de un compromiso más amplio para inyectar 500.000 millones de dólares en infraestructura de inteligencia artificial en el territorio estadounidense durante los próximos cuatro años. Con esta inversión, se busca no solo expandir la capacidad de producción, sino también robustecer la cadena de suministro y mejorar la resiliencia del sector.
Desde el Despacho Oval, el presidente Donald Trump calificó el anuncio como «uno de los anuncios más importantes que jamás escucharán, porque Nvidia controla casi todo el sector». Este movimiento llega tras la implementación de aranceles a productos tecnológicos, medida que según Trump fomenta la producción nacional.
Trump ha establecido aranceles significativos del 32% a productos provenientes de Taiwán y del 145% a los de China, donde Nvidia ha fabricado, principalmente, sus unidades de procesamiento gráfico. Sin embargo, los chips y otros productos tecnológicos han sido temporalmente eximidos de estos aranceles, una decisión que el gobierno llama «efecto Trump».
Desde la Casa Blanca, se ha enfatizado que «Trump ha priorizado la fabricación de chips en EE. UU. como parte de su incesante búsqueda de un renacimiento de la manufactura estadounidense, y está dando resultados: billones de dólares en nuevas inversiones aseguradas solo en el sector tecnológico».
Nvidia ha comenzado a producir sus chips Blackwell en las instalaciones de TSMC en Phoenix, Arizona, mientras construye fábricas de supercomputadoras en Houston y Dallas, Texas. Jensen Huang, director ejecutivo de Nvidia, ha mencionado que esta iniciativa permitirá «satisfacer mejor la increíble y creciente demanda de chips y supercomputadoras de IA, fortalecer la cadena de suministro y aumentar su resiliencia».