OpenAI ha hecho saltar la alarma y ha decretado un código rojo para priorizar mejoras urgentes en ChatGPT. La compañía reorganiza su hoja de ruta para concentrar recursos en el desarrollo del chatbot ante la presión competitiva de Google y Anthropic.
Sam Altman comunicó a su plantilla que la empresa retrasa proyectos como publicidad, agentes de compra, iniciativas de salud y el asistente Pulse. El objetivo es centrar toda la capacidad interna en reforzar ChatGPT después de que competidores como Google hayan reducido la distancia en rendimiento.
Competencia en máximos con el avance de Gemini
La preocupación de Altman creció tras el lanzamiento de la última versión de Gemini, que según pruebas especializadas habría superado a los modelos de OpenAI en comparativas del sector. Google, impulsado por estos resultados, ha visto un repunte en bolsa, lo que aumenta la presión sobre la compañía.
Las mejoras previstas se concentran en mayor velocidad, más fiabilidad, mejor personalización y capacidad ampliada para responder a consultas complejas. Según el memorando, OpenAI establecerá llamadas diarias con los responsables del chatbot y fomentará traslados temporales de equipos para acelerar el desarrollo.
La compañía busca así recuperar ventaja en la carrera por la inteligencia artificial generativa, en un momento en el que la competencia acelera el ritmo de innovación y prepara nuevos modelos para 2026. Altman considera que la respuesta inmediata es clave para mantener la posición de liderazgo.
