¿Te imaginas pedir un medicamento fabricado en microgravedad y recibirlo en tu empresa días después? Pues esa es la misión (literal) de Orbital Paradigm, una startup española que quiere encargarse del «envío de vuelta» desde el espacio. Sí, como un delivery orbital.
La empresa, fundada en 2023 por Francesco Cacciatore y Víctor Gómez, quiere resolver ese reto clave en el nuevo panorama espacial: cómo traer cosas de vuelta desde la órbita terrestre baja. Con la actividad en LEO disparada por las megaconstelaciones y la producción en microgravedad, recuperar materiales valiosos desde el espacio es un desafío cada vez más urgente.
Su propuesta es una cápsula de reentrada pequeña y reutilizable, con tecnología propia en navegación hipersónica y escudos térmicos cerámicos. El sistema promete aterrizajes suaves y precisos en suelo europeo, algo especialmente atractivo para quienes fabrican fármacos o materiales avanzados en órbita y necesitan traerlos a la Tierra sin daños.
El primer vehículo, bautizado como «KID», tiene una aceleración tan baja que hasta un cristal caro podría sobrevivir intacto. El primer lanzamiento está previsto para finales de 2025.
En 2026, quieren rizar el rizo con una versión autónoma que sepa volver por sí sola. Propulsión desarrollada por Pangea, piloto automático y una misión más ambiciosa para demostrar que el retorno puede ser algo tan habitual como el despegue.
La compañía ya ha firmado contratos con la Agencia Espacial Europea y con el CNES francés. Además, trabaja con socios de varios países europeos, lo que refuerza su posición en el ecosistema del new space continental.
Su hoja de ruta a largo plazo incluye reabastecer estaciones espaciales, actuar en órbita con precisión quirúrgica o incluso realizar vuelos suborbitales punto a punto, una idea que también interesa a la industria de defensa. Su modelo se basa en lanzar, operar, retornar y reutilizar: un ciclo que podría convertirlos en pieza clave de la economía espacial europea que se avecina.