La multinacional energética danesa Ørsted ha completado con éxito una ampliación de capital de 60.000 millones de coronas danesas —unos 8.040 millones de euros— destinada a fortalecer su estructura financiera tras los efectos del parón en el proyecto Revolution Wind en Estados Unidos.
La compañía explicó en un comunicado a sus accionistas que el conjunto del sector eólico marino estadounidense atraviesa una situación excepcional «provocada por la incertidumbre regulatoria».
Este escenario llevó a Ørsted a mantener la propiedad íntegra del parque Sunrise Wind, al no encontrar condiciones de desinversión que reforzaran su capital y su plan de negocio.
Según la empresa, «la falta de ingresos derivados de la desinversión parcial del proyecto ha generado una necesidad financiera» que el consejo de administración decidió cubrir con una inyección de capital cercana a los 60.000 millones de coronas.
El proceso ofreció a los inversores la compra de 900.000 nuevas acciones, de las cuales se ha adquirido más del 99%. El objetivo de Ørsted, cuyo accionista mayoritario es el Gobierno danés (50,1%), seguido de Equinor (10%), es garantizar la ejecución de sus proyectos en EE. UU. y Europa hasta 2027.
La compañía ha recibido recientemente autorización judicial en Estados Unidos para reanudar la construcción del parque eólico Revolution Wind, ubicado en la costa este, mientras continúa el litigio contra el Gobierno estadounidense.