El Banco de España confirma que los pagos alternativos al efectivo continúan ganando terreno en España.
Durante el segundo semestre de 2024, se realizaron 9.358 millones de operaciones, un 10,5% más que el año anterior, por un importe total de 6,5 billones de euros, lo que supone un incremento del 9,5% interanual.
Las tarjetas lideran en número de operaciones, con un 65,5% del total. Sin embargo, las transferencias concentran el 88,5% del volumen económico, frente al 3,1% que representan las tarjetas en términos de importe.
En total, se realizaron 6.133 millones de pagos con tarjeta, con un crecimiento del 12% interanual, y un importe medio por operación de 32,4 euros. Además, el uso del pago sin contacto creció un 14,3%, alcanzando los 4.731 millones de operaciones.
En el caso de las transferencias, el número de operaciones creció un 15,6%, hasta 1.530 millones, con un importe de 5,7 billones de euros. Las transferencias inmediatas se dispararon un 16,7%, con 466 millones de operaciones y 65.000 millones de euros.
Los adeudos directos también crecieron, aunque de forma más moderada: un 3,2% en número de operaciones (1.135 millones) y un 4,7% en volumen total (353.000 millones de euros).
En paralelo, los pagos con dinero electrónico se incrementaron un 27%, hasta 148 millones de operaciones, por un importe de 7.700 millones de euros, un 37,1% más que en el mismo periodo de 2023.
Al cierre de 2024, España contaba con 114 millones de tarjetas de pago en circulación, un 12,4% más en un año. Cada habitante tiene de media 2,2 tarjetas, un nivel similar al del resto del euro.
También se registraron 37.393 cajeros automáticos, un 1,6 % menos, y 4,26 millones de datáfonos o TPV, un 3,5 % más, con el 95 % de los terminales compatibles con pagos sin contacto.