El sedentarismo es un problema creciente en la actualidad. Según la Sociedad Española de Cardiología, pasar más de 6 horas sentado al día tiene un impacto directo en nuestro índice de masa corporal, favorece una mayor resistencia a la insulina y produce una mayor presión arterial.
Si se tiene en cuenta que los empleados de oficina pasan más del 75% de sus horas de trabajo sentados, incorporar pausas activas en la jornada laboral es absolutamente esencial para prevenir este tipo de problemas.
Hay que tener en cuenta que mantener una mala postura durante un tiempo prolongado es causa común de afecciones musculoesqueléticas, que a su vez suelen desembocar en bajas laborales por dolores en cervicales, lumbares o tendinitis.
La duración de esas bajas puede variar dependiendo de la patología. Desde un dolor cervical, de un par de días, a un dolor lumbar que se cronifique y se alargue durante semanas o meses con el consecuente perjuicio para la empresa y para el propio empleado.
¿Qué son las pausas activas y por qué son tan importantes?
Las pausas activas son breves descansos durante la jornada laboral en los que se realizan ejercicios de movilidad, estiramientos y relajación para evitar la rigidez muscular y mejorar la circulación.
Álvaro García Rosado, fisioterapeuta de Health Center Quirónprevención, asegura que «las pausas durante la jornada laboral reducen la fatiga mental y física. Además, moverse mejora la circulación sanguínea y disminuye el estrés, mejorando la productividad». Es recomendable utilizar estas breves pausas para activar la musculatura de las piernas y si fuera posible movilizar la columna vertebral, desde cervical hasta lumbar. «Flexionar el tronco es un buen ejercicio para ello», asegura García Rosado.
Para trabajos de ordenador o que requieran movimientos repetidos del tren superior, «se aconseja movilizar dedos, muñecas, codos y hombros». Aunque, «no se deben dejar de lado zonas sensibles como cuello».
Adicionalmente, debemos tener en cuenta que, dependiendo de nuestro sector de actividad, nuestro descanso recomendado será distinto. «Mientras que un trabajador de oficina necesita activar y movilizar el cuerpo, un trabajador de la construcción necesita descansar y estirar apropiadamente», añade García Rosado.
Igualmente, en contra de la creencia popular, el género no influye de forma decisiva a la hora de necesitar más o menos estas pausas. «En general diferenciaremos más por la actividad que desempeñen, no haremos distinciones en cuanto al sexo, ya que siempre que se pueda aconsejaremos trabajo específico para cada persona», explica el experto de Quirónprevención.
Impacto en la salud física y emocional
Estas actividades no solo ayudan a prevenir la incidencia de lesiones musculoesqueléticas, sino que también ayudan a mejorar la concentración, el estado de ánimo y la energía de los empleados.
Una buena medida para incorporar una rutina activa mientras se trabaja podría ser mantener una reunión mientras se da un paseo por la oficina o realizar diversas tareas, como hablar por teléfono, mientras se desplazan por la oficina o en un espacio abierto.

Aunque lo realmente fundamental es evitar una posición estática prolongada, independientemente de que esta sea estar de pie o sentado, también el mobiliario de oficina puede ser un buen aliado a la hora de prevenir este tipo de lesiones. El uso de escritorios ajustables en altura, que permiten alternar entre estar sentado y de pie reduce la presión sobre la columna vertebral ayuda a mejorar la circulación y a mantener el cuerpo más activo.
El uso de sillas ergonómicas también juega un papel crucial en la corrección de la postura. Estas sillas están diseñadas para proporcionar un soporte adecuado a la zona lumbar y ayudar a mantener una alineación correcta de la espalda. Ajustar la altura de la silla y el respaldo para que los pies descansen en el suelo y las rodillas formen un ángulo de 90 grados puede prevenir dolores y tensiones musculares. Del mismo modo, la ubicación del monitor y el teclado debe ser la adecuada para evitar malas posturas. La pantalla debe estar a la altura de los ojos y a una distancia de entre 50 y 70 centímetros del rostro. El teclado y el ratón deben estar posicionados de manera que los brazos puedan descansar cómodamente y no se genere tensión en las muñecas y hombros.
Otra alternativa interesante es la incorporación de herramientas como soportes para laptops, cojines de apoyo lumbar y alfombrillas ergonómicas para el ratón. Estos accesorios pueden mejorar la comodidad del trabajador y prevenir problemas derivados de una mala postura.
La combinación de pausas activas en las que los trabajadores ejerciten su musculatura, el uso de mobiliario adecuado y pequeñas modificaciones en la rutina de trabajo permite prevenir lesiones y mejorar la salud de los empleados.