La cotizada alemana Porsche SE, que agrupa las participaciones en Porsche AG y Volkswagen, cerró el primer semestre de 2025 con un beneficio neto de 1.110 millones de euros, lo que representa una caída del 47,4% respecto al mismo periodo del año anterior, cuando ganó 2.112 millones.
La compañía atribuye este resultado a la crisis en el sector automovilístico, que ha afectado especialmente a sus dos principales participadas. Los aranceles de Estados Unidos impactaron negativamente las cuentas de Volkswagen, generando una carga de 1.300 millones de euros sobre el resultado operativo del grupo.
Ante este escenario, Porsche SE ha recortado sus previsiones anuales, que ahora se sitúan entre 1.600 y 3.600 millones de euros, frente a la estimación inicial de entre 2.400 y 4.400 millones. Algunos analistas han llegado incluso a especular con la posible salida de la firma del índice DAX 40.
En paralelo, la deuda neta del grupo disminuyó desde 5.160 millones a 4.938 millones de euros, a fecha de 30 de junio. Además, Porsche SE completó con éxito una emisión de deuda por valor de 1.500 millones, con vencimientos a tres, cinco y siete años, lo que ha mejorado su perfil de refinanciación.
Para contrarrestar la crisis, la compañía estudia diversificar su cartera. «Queremos implicarnos en el segmento de cartera en el ámbito de la defensa y adyacente a la defensa con mayor intensidad, sin cambiar nuestro foco fundamental en la industria de la movilidad y la tecnología», afirmó Hans Dieter Pötsch, presidente del consejo de Porsche SE.
En concreto, la firma planea lanzar una plataforma de inversión en tecnología de defensa junto a socios estratégicos y está explorando adquisiciones en ese ámbito.