El Gobierno de Portugal ha anunciado un plan de 31 medidas por valor de 400 millones de euros para reforzar el sistema eléctrico nacional tras el fallo que dejó sin suministro a la Península Ibérica el pasado 28 de abril.
El paquete será financiado en parte con fondos europeos y solo requerirá aprobación parlamentaria en lo que afecta a la ciberseguridad.
Maria da Graça Carvalho, ministra de Medioambiente y Energía, explicó que las acciones se guían por tres ejes: el reajuste del sistema eléctrico y las infraestructuras críticas, el compromiso con la transición energética y la descarbonización, y la colaboración internacional para la interconexión eléctrica europea.
Entre las medidas destaca una inversión de 137 millones de euros para reforzar la seguridad operacional de la red, ya aprobada, así como la creación de un mercado de servicios de sistema basado en almacenamiento con baterías, que incluirá una subasta prevista antes de 2026.
Portugal también lanzará un «mapa verde» de zonas óptimas para producir energía renovable, que identificará áreas con bajo impacto ambiental para agilizar autorizaciones. «Ese mapa actuará como escudo ambiental estratégico y atraerá inversión», indicó Carvalho, quien añadió que estará listo en un año.
Otra novedad es que los productores de energía deberán compensar a los ayuntamientos y participar en el desarrollo de las comunidades locales.
Además, el Gobierno abrirá concursos por 25 millones de euros para proyectos piloto de autoconsumo y renovables en infraestructuras críticas, como hospitales con paneles solares o plantas desalinizadoras.
Aunque la ministra reconoció que es imposible descartar completamente nuevos apagones, subrayó que el sistema portugués es «globalmente seguro, resiliente y de fiar» y que el fallo de abril se originó fuera del territorio nacional.