El Gobierno de Portugal, dirigido por el primer ministro conservador Luís Montenegro, ha anunciado que tiene la intención de pedir a la Comisión Europea que active la cláusula nacional de escape.
Mediante esta fórmula el país podría elevar el gasto en defensa sin romper las reglas del déficit. Según el ministerio de Finanzas, esta decisión «fue consensuada» con el principal partido opositor, el Partido Socialista. Con esta cláusula, los gastos en defensa, que pueden alcanzar hasta un 1,5% del PIB, no se contabilizarían dentro de los límites de gasto primario líquido fijados en el Plan fiscal y estructural a medio plazo 2025-2028.
Además, estos gastos «no serán considerados en la evaluación del cumplimiento del valor de referencia para el déficit», establecido en un 3%. «Teniendo en cuenta los desafíos que enfrentamos en la defensa, la Comisión Europea ha trabajado para que los Estados miembros se sumen de manera significativa a esta cláusula de derogación nacional», han insistido desde el Ejecutivo.
Los países de la UE tienen hasta finales de abril para presentar su solicitud de evaluación, que la Comisión revisará. Se estima que esta acción podría movilizar hasta 650.000 millones de euros en cuatro años.