Todo empezó en la pandemia con dos amigos, un ingeniero en inteligencia artificial y un farmacéutico especializado en microbiología clínica, compartiendo la frustración por la elevada tasa de errores en la prescripción de antibióticos.
Esa conversación encendió una chispa: ¿y si podían usar datos y algoritmos para acertar más? Así Pablo Valledor y Javier Fernández fundaron Pragmatech AI Solutions.
La idea de Pragmatech es clara y urgente: diseñar soluciones basadas en IA, big data y machine learning para problemas de salud reales.
Software de acompañamiento
Su primer producto se llama iAST®, un software que acompaña al médico al elegir antibióticos, prediciendo la sensibilidad del paciente a cada fármaco antes incluso de resultados microbiológicos.
El salto del prototipo al producto validado fue más que técnico: iAST ha superado ensayos clínicos como EVIAST, donde sus recomendaciones superaron el 90 % de acierto frente al ~69 % del criterio clínico tradicional, y obtuvo marcado CE bajo el nuevo reglamento europeo. Esto permite comercializarlo en toda la UE como software sanitario.
En cuanto a consolidación, Pragmatech ha cerrado rondas de financiación, participado en eventos clave del ecosistema asturiano y atraído alianzas con grupos hospitalarios como HM Hospitales, que validan clínicamente sus herramientas.
El producto iAST está diseñado para integrarse en hospitales y centros de salud, con expectativas de despliegue tanto en España como en Europa.
Impacto real
El impacto que persigue es doble: mejorar resultados clínicos y combatir la resistencia a los antibióticos, un desafío global de salud pública que mata decenas de miles de personas cada año en Europa y deja millones de vidas en riesgo si no se toman decisiones más informadas.
Hoy Pragmatech no solo busca optimizar tratamientos, también redefinir cómo la medicina de precisión y la inteligencia artificial se integran en la práctica clínica diaria, con productos que combinan evidencias científicas, datos reales y conocimiento experto.
El reto para los próximos años es consolidar su presencia en hospitales, ampliar su cartera de herramientas (como iLynx para farmacovigilancia) y demostrar que la IA puede ser una aliada fiable y transparente para los profesionales de la salud.