El precio de las sanciones internacionales: lecciones recientes

Las sanciones internacionales se han convertido en un instrumento de coacción económica con efectos limitados y, a veces, contradictorios.
Imagen figurativa de hombres de negocio advirtiendo

RED DE EXPERTOS

El precio de las sanciones internacionales: lecciones recientes

Las sanciones internacionales se han convertido en un instrumento de coacción económica con efectos limitados y, a veces, contradictorios.

Las sanciones internacionales se han convertido en un complejo y vanguardista instrumento de coacción económica blanqueado bajo preceptos éticos y morales con el objetivo de desaprobar, estigmatizar y señalar a un Estado. El constante recurso a estas medidas en los últimos años ha evidenciado, entre otras, su injerencia en las finanzas, el capital y las decisiones de inversión a nivel global. Además del Estado receptor, las redes económicas y flujos de capital globales también se ven afectados en gran medida. Pero, ¿cuáles son las consecuencias de este tipo de contramedidas diplomáticas para la economía global? Veámoslo desde la perspectiva de las sanciones hacia Rusia del año 2022.

El precio de la invasión rusa de Ucrania

La respuesta de la Unión Europea, Estados Unidos y sus aliados ante la invasión de Ucrania en 2022 resultó en una batería sin precedentes de sanciones económicas sobre el sistema financiero y energético ruso. Entre las de mayor calado se encuentran la expulsión del sistema internacional de pagos SWIFT, la congelación de activos en territorio europeo y estadounidense y las restricciones en la exportación e importación de bienes de doble uso y energéticos. Sumado a los costes del primer año de guerra, el Consejo de la Unión Europea calculó una contracción del PIB ruso del 2,1% en 2022 –por debajo de las estimaciones iniciales del Banco Mundial, que insinuaban una contracción de alrededor del 4,6%-.

El impacto de las sanciones sobre los países emisores

Lejos de causar el impacto esperado, las sanciones produjeron un efecto rebote sobre el mercados y economías europeas, principalmente debido a la desconexión energética rusa. La búsqueda de una alternativa a los recursos energéticos rusos resultó en un incremento del precio del gas natural desde los 18 euros / MWh en 2020 hasta los 300 euros / MWh en 2022 en el mercado TTF de Ámsterdam. Este incremento poco tardó en contagiar al sector eléctrico, cuyo incremento de precio condujo a una inesperada recesión industrial en sectores intensivos en energía en el mismo año, especialmente para Alemania. Por último, cabe señalar como estos datos se tradujeron en un incremento del coste de vida para los ciudadanos europeos, acompañado de una tasa de inflación del 8,4% en 2022 -según el IAPC-, cuyos efectos siguen siendo notorios entrados en el 2025.

Los beneficios derivados de las sanciones internacionales

Además de su carácter punitivo, las sanciones internacionales son utilizadas como herramientas geopolíticas para la reconfigurar las esferas de influencia políticas y económicas. De manera opuesta a los receptores de estas y a quienes sufren sus efectos colaterales, siempre existen terceros países que obtienen un beneficio neto ante este escenario. Siguiendo el curso del ejemplo ruso, países como los Estados Unidos se han visto ampliamente beneficiados de la desconexión energética europea de Rusia, consolidándose en el año 2023 como principal proveedor de gas natural licuado de la región. Además, el país vio reforzada su moneda como valor refugio por parte de los inversores globales, alcanzando su valor más alto de 114 puntos en 2022 según el índice DXY.

Otros países, como los Emiratos Árabes Unidos, han capitalizado las consecuencias de estas sanciones y se han establecido como centros alternativos de negocios para los países sancionados con el resto de los países y empresas, siendo una vía de acceso alternativa a los servicios financieros globales, al comercio internacional y al mercado energético. Por ejemplo, con la reexportación de petróleo ruso mediante petroleros “fantasma” o facilitando el comercio indirecto de productos tecnológicos rusos a terceros países sujetos al cumplimiento de las sanciones.

El impacto de las sanciones internacionales sobre economía global es profundo y multidimensional. En la escena geopolítica actual, el recurso de los Estados a estas sanciones obedece una doble finalidad: por un lado, generar un impacto desfavorable, eminentemente económico, sobre el receptor de estas y forzar un cambio en su comportamiento. Por otro lado, y desde una concepción más estratégica, se persigue una reconfiguración de los flujos comerciales y financieros de los que solamente pueden beneficiarse aquellos que conciben la inestabilidad generada como una oportunidad. En palabras de George Soros, sería algo como creer en que «la verdadera inversión no está en los mercados, sino en la habilidad de adaptarse a ellos».