La industria española de alimentación y bebidas vuelve a encender las alarmas ante la amenaza comercial de Estados Unidos.
El anuncio del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer un arancel del 30 %a productos de la Unión Europea ha provocado un rechazo generalizado en el sector, que alerta del daño económico que esta medida puede generar en las exportaciones españolas.
La Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) ha expresado su «gran preocupación» por el impacto que esta decisión puede tener a corto plazo.
«Lamentamos el impacto que la medida puede tener para la industria de alimentación y bebidas y pedimos a las autoridades españolas y europeas que continúen negociando para tratar de evitar que los aranceles a las exportaciones a Estados Unidos entren en vigor el 1 de agosto», ha señalado Mauricio García de Quevedo, director general de FIAB.
Desde la federación piden a los gobiernos «firmeza y proporcionalidad» en el caso de que los nuevos gravámenes lleguen a aplicarse. El sector recuerda que aún pesa el precedente del conflicto Airbus-Boeing, cuando 113 productos españoles fueron penalizados con aranceles, que no llegaron a eliminarse por completo, sino que quedaron suspendidos durante cinco años.
Estados Unidos representa un mercado estratégico para la industria: es el primer destino extracomunitario y el cuarto global, con exportaciones superiores a los 3.300 millones de euros en 2024 y un volumen total de 770.000 toneladas.
A pesar de los riesgos comerciales, FIAB insiste en que el país norteamericano sigue siendo «difícilmente sustituible» y que debe mantenerse como destino prioritario para los productos españoles.
«Su peso estratégico, su alto poder adquisitivo y la fuerte implantación de los productos españoles en aquel país hacen que debamos mantener nuestra presencia, incluso en escenarios adversos», ha subrayado la federación en su comunicado.