Francia y Alemania centran toda la atención electoral europea, pero es Holanda la que arranca la avalancha política del Viejo Continente este miércoles y, a pesar de que sus resultados no se pueden extrapolar al resto de países, y de la diferencia de escala, la primera cita con las urnas en la región se antoja clave para el devenir de los activos financieros de la zona en los próximos meses. A los comicios holandeses se presentan nada menos que 28 partidos, de los que se calcula 11 lograrán representación en su Parlamento. Los expertos manejan una horquilla que apunta a entre 10 y 14 formaciones políticas que se repartirán los 150 escaños en juego. El euroescéptico PVV (Partido para la Libertad) liderado por Geert Wilders encabeza las encuestas, aunque ha ido perdiendo apoyos y ahora cuenta con una intención de voto del 15%-18%, la misma que el conservador VVD (Partido Liberal) del actual primer ministro, Mark Rutte. Por su parte, los socialistas lograrían entre un 8% y un 9% de los votos, y los laboristas un 7%-8%. Ahora bien, si algo nos han enseñado el referéndum sobre la pertenencia de Reino Unido a la Unión Europea (UE) o las elecciones en Estados Unidos, es que las fuerzas anti stablishment pueden batir sin problemas a las encuestas… Es más, como ocurriera en ambos casos, hay razones socioeconómicas para que muchos votantes expresen su descontento respecto al statu quo. La economía de Holanda crece con fuerza, pero aquellos que se encuentran en la parte baja de la escala de ingresos aún no lo sienten y la brecha de confianza entre estos y las clases más favorecidas es muy alta respecto a la media histórica, destaca Capital Economics. Así, apunta, la mayor parte de los partidos políticos proponen “reducir los impuestos sobre la renta, las cargas tributarias sobre pequeñas y medianas empresas y muchos quieren que sea menos costoso contratar a personas que ganan salarios más reducidos”. Esta firma cree que a pesar del elevado número de formaciones que concurren a las elecciones en Holanda las diferentes propuestas apuntan a “coaliciones limitadas. Incluso si gana el PVV, como la mayoría de partidos ha descartado aliarse con él, probablemente continúe gobernando el VDD, que no trabajará con los socialistas”. Sí esperan una alianza de éste con D66 y CDA, que deberán comprometerse con los verdes para alcanzar los 76 escaños necesarios, aunque podrían optar por CU y PEC. Con todo, estos expertos creen que no importa cuál sea la ‘unión’ definitiva, pues cualquiera garantiza al menos “un pequeño estímulo fiscal”. Según sus cálculos, si fuera del 0,2% del PIB entre 2018 y 2021, compararía favorablemente con ejercicios previos y es un gasto adicional que Holanda puede permitirse fácilmente.
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