Como presidente de Anfac, la principal asociación de fabricantes, a mediados de 2012 implementó el plan ‘Tres millones’, con el que pretendía que la industria recuperara el terreno perdido durante la crisis. En Ford, el ‘plan de Transformación’ marcha por buen camino, y aborda su etapa de crecimiento con la vista puesta en alcanzar la rentabilidad en 2015.
¿Qué balance hace del paso de Ford por la crisis económica?
Yo diría que el balance es muy positivo, ya que la crisis nos ha permitido advertir y resolver problemas que en época de abundancia no detectas. Antes no detectábamos que nuestros costos estaban altos, que nuestra gama de productos no estaba actualizada o que, como marca, no éramos percibidos como queríamos, precisamente los pilares en los que se asienta el Plan de Transformación acometido por la compañía en toda Europa. Tras varios años trabajando en ello, estamos saliendo de la crisis mucho más fuertes de lo que entramos.
En los últimos años España no ha sido rentable para Ford. ¿Qué papel juega la filial española en la matriz de la empresa?
No sólo España, sino Europa en su conjunto, están dando pérdidas a Ford, a pesar de que la empresa a nivel global lleva diecinueve trimestres de beneficios. No obstante, durante la implantación del Plan de Transformación nuestro principal objetivo no fue buscar la rentabilidad a corto plazo, sino asegurarnos de que en 2015 salíamos de números rojos de una forma mucho más firme, como parece que va a ocurrir.
¿Qué papel juega la planta de Valencia en el organigrama de la compañía?
La planta de Valencia se ha enfrentado en los últimos años a un proceso de mejora de la productividad similar al de otras muchas de la empresa, pero también a un cambio de paradigma, ya que ha pasado de ser una fábrica de vehículos pequeños para Europa a facturar vehículos grandes y con más contenido. Si antes hacíamos Ka y Fiesta, por poner un ejemplo, coches que no llegan a los 10.000 euros, hoy estamos fabricando Connect, Kuga, y próximamente Mondeo; coches cuyo precio de mercado está por encima de los 20.000 euros, y destinados a muchos más países.
¿Cuáles son las claves del futuro de la empresa en el corto plazo?
El gran reto del sector es mejorar la productividad, un viaje en el cual continuamente tienes que seguir avanzando para satisfacer unas demandas cada vez más exigentes. Resulta interesante pensar en cómo han cambiado los coches en los últimos años, tanto en términos de equipamiento como en tecnología y conectividad, e incluso en consumo, manteniendo en cambio los mismos precios que hace quince o veinte años. Estamos haciendo vehículos con un nivel de tecnología increíble para el precio que tienen. Hay algunas marcas de coches de élite que anuncian como muy novedosos equipamientos que nosotros ofrecemos en el Focus desde hace tres o cuatro años. También por eso creo que es el momento de realizar un esfuerzo en comunicación.
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