Pros y contras de invertir en emergentes

Al hundimiento del petróleo que se ha llevado por delante a Rusia, o las débiles perspectivas para Brasil o China, se une un "billete verde" disparado que "castiga" a los países emergentes en dos aspectos clave: crecimiento del PIB y financiación

Y este "viento en contra" parece haber llegado para quedarse, pues, tal y como explican desde Barclays, los ciclos del dólar tienden a ser "largos y creemos que éste no será una excepción, ya que probablemente se vea respaldado" por la esperada subida de tipos de la Reserva Federal (Fed).

Ahora bien, como reza el refrán "no hay mal que por bien no venga". La vuelta de la volatilidad traerá consigo "shocks en el mercado que podrían ser más violentos y frecuentes", en palabras de Vincent Chailley, estratega jefe de H2O Asset Management, pero que deberían ser "menos contagiosos".

Destaca este analista que la actuación de los bancos y los inversores se encuadra ahora en una regulación mucho más estricta, por lo que se encuentran mucho menos apalancados que antes. "Como consecuencia de esto, por ejemplo, una crisis local en algún país emergentes no se traduciría en un desastre sistémico". 

Las fuertes caídas en los mercados, como la sucedida en octubre, "están ahora más contenidas en el tiempo y el espacio. Además, estas crisis recurrentes, pero breves, pueden crear oportunidades de inversión para aquellos que han entendido el motivo técnico que hay detrás de ellas y que se beneficien de cierto  margen de maniobra" para volver a meter dinero al mercado.

Así, en este nuevo y desafiante entorno, "los gestores alternativos que sean verdaderamente globales y extremadamente flexibles deberían tener una ventaja", afirma. En su opinión, una gestión orientada al valor, más que a la dirección, es fundamental para cosechar rentabilidades. "Los equipos de dirección deben organizarse en consecuencia, no por tipos de activos o líneas regionales, sino de acuerdo a los factores que impulsan el rendimiento relativo de los mercados. También necesitarán de una gran experiencia en la gestión de divisas".

Por tanto, la diferenciación parece clave a la hora de aproximarnos al mercado en el contexto actual: no todos los mercados emergentes son iguales. En este sentido, Barclays cree que aún hay valor en estas regiones y señala que, a pesar de que las condiciones externas han sido en los últimos tiempos menos benignas, estos países han sabido "capear el temporal" y resistir. Si bien, Asia lo ha hecho mejor que Latinoamérica.

"Los cambios estructurales en curso y esperados en China e India deberían ayudar a sus mercados de renta variable a seguir atrayendo la atención de los inversores", explica la firma británica, que llama la atención la liberalización y apertura del primer país; y al descenso sostenido de la inflación (y sus expectativas), la mejora del gasto del consumidor y de la utilización de capacidad, del segundo.

Al mismo tiempo, David Herro, director de inversiones de renta variable global de Harris Associates (gestora afiliada a Natixis Global AM), considera que la exposición directa a los mercados emergentes sigue siendo "poco atractiva", porque "es difícil encontrar empresas específicas que tengan una gestión clara y transparente, buena rentabilidad y modelos de negocio, con acciones a precios atractivos".

Con todo, este experto elige conseguir exposición a estos países mediante corporaciones como "Daimbler o Richemont, ya que tienen penetración entre el consumidor de estos mercados, especialmente Asia, y parecen muy baratas en este momento".

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