La aerolínea australiana Qantas ha sido condenada a pagar 90 millones de dólares australianos (50 millones de euros) por el despido ilegal de 1.800 trabajadores durante la pandemia, según una sentencia dictada por el Tribunal Federal de Nueva Gales del Sur.
El juez Michael Lee reprochó a la compañía que «finge remordimiento» y que su supuesto arrepentimiento parece más bien una reacción al daño reputacional que el caso ha causado a la marca.
La multa incluye una compensación directa de 50 millones de dólares australianos (30 millones de euros) que serán entregados al sindicato TWU, que representa a los empleados afectados.
Los despidos se produjeron en noviembre de 2020, cuando la aerolínea decidió externalizar los servicios de tierra en diez aeropuertos, coincidiendo con el cierre de fronteras decretado por el Gobierno australiano. La medida fue declarada ilegal en dos sentencias anteriores de 2021 y 2023, y ratificada posteriormente por el Tribunal Supremo.
La compañía, que fue privatizada entre 1993 y 1997, ya había alcanzado en diciembre un acuerdo extrajudicial con el sindicato para pagar 120 millones de dólares australianos (72,5 millones de euros) como compensación económica a los extrabajadores.
Desde el sindicato TWU han insistido en que la subcontratación impuesta por Qantas durante la pandemia «no funcionó» y vulneró los derechos laborales. El fallo de este lunes se suma a ese acuerdo previo, pero constituye una sanción oficial del sistema judicial australiano por conducta ilícita.
Qantas publicará sus resultados financieros el próximo 28 de agosto, en un momento en que la empresa intenta reconstruir su imagen y recuperar la confianza tras varios escándalos laborales.
