Repsol ha anunciado un beneficio neto de 1.756 millones de euros en 2024, lo que supone una caída del 45% en comparación con el año anterior. Desde la compañía atribuyen este resultado a las complejidades geopolíticas y la bajada en los precios del petróleo, gas y electricidad, entre otros factores.
Pese a ello, la energética ha anunciado su decisión de llevar a cabo una recompra de acciones que alcanzará por lo menos los 700 millones de euros en 2025, esta medida tiene el objetivo de reducir su capital en unos 350 millones de euros.
En 2024, la empresa incrementó su dividendo en un 30% con respecto al año anterior, alcanzando los 0,90 euros por acción, y realizó una reducción de capital mediante la amortización de 60 millones de acciones. Para este año, la empresa planea aumentar la retribución a los accionistas hasta un 8,3%, elevando el total a 0,975 euros por acción.
«El año pasado avanzamos con firmeza en las líneas estratégicas que definimos para el periodo 2024-2027, impulsados por un sólido comportamiento de nuestros negocios, que nos ha permitido incrementar nuestro dividendo y nuestras inversiones» ha afirmado Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol.
Repsol ha mantenido su enfoque en actualizar su estrategia para el periodo 2024-2027, con el foco puesto en consolidar un crecimiento rentable, aprovechando la transición energética, y cumplir con sus ambiciosos objetivos de descarbonización.
Entre sus avances, Repsol inició la producción de combustibles 100% renovables en su planta de Cartagena, distribuyendo el producto en más de 840 estaciones de servicio en España y Portugal. Además, se han comercializado más de 67 millones de litros de diésel 100% renovable durante 2024, ampliando su presencia en los mercados europeos.
La clientela de electricidad y gas de Repsol creció un 15%, totalizando 2,5 millones. En la misma línea, la compañía invirtió más de 1.200 millones de euros en sus complejos industriales para mejorar su competitividad y reducir la compensación de emisiones.