La salud mental se ha convertido en la segunda causa del absentismo laboral por incapacidad temporal (IT) en España, por delante de la traumatología y solo por detrás de los dolores localizados como lumbalgias, dorsalgias o cervicalgias.
Entre 2018 y 2023, los días de baja por salud mental aumentaron un 88% en el régimen general y un 75% en autónomos, según un estudio de Umivale Activa y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie).
Las algias se mantienen como la primera causa de absentismo, con un crecimiento del 39% en asalariados y del 36% en autónomos. Junto con los problemas de salud mental, ambas patologías ya concentran más de la mitad de los días de baja: el 51,1% en asalariados y el 49% en autónomos.
Los jóvenes, principales afectados
El impacto es especialmente acusado entre los jóvenes. La salud mental es el principal motivo de baja en menores de 30 años y supone el 30% de las jornadas perdidas en mujeres de 20 a 29 años.
Además, los procesos de larga duración (más de 365 días) y las bajas repetidas se han convertido en determinantes clave del aumento reciente.
El informe destaca también la incidencia territorial. Los mayores niveles de IT por salud mental se registran en Barcelona, Tarragona y Valencia, mientras que en el caso de las algias destacan Canarias, Galicia, el noroeste peninsular y provincias como Teruel o Murcia.
Por sectores, las Actividades administrativas y servicios auxiliares encabezan el absentismo con un 8,71% del total y un 4,8% vinculado a estas dos patologías. Le siguen Agua y saneamiento (8,07%) y Actividades sanitarias (7,45%).
En el lado opuesto, el absentismo es más reducido en información y comunicaciones, energía, inmobiliarias, financieras, educación y agricultura, con tasas por debajo del 4%.
Con estos datos, la salud mental se confirma como un reto urgente para el mercado laboral español, no solo en términos de salud pública, sino también de productividad y sostenibilidad económica.