El ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, ha dicho este jueves que España y otros países de la Unión Europea reclaman a la Comisión Europea que los planes de acción que está elaborando para apoyar a sectores estratégicos, como el del acero o el automóvil, potencien la relocalización de estas industrias en el continente.
Así lo ha asegurado en declaraciones a los medios a su llegada al Consejo de ministros de Industria de la UE que se celebra hoy en Bruselas.
Hereu ha explicado que España está trabajando con «políticas de Estado» para afianzar la actividad de sectores estratégicos como el acero, el aluminio o la automoción, que consideran «vitales» y que no se pueden perder ni en Europa ni en España «por razones también de autonomía estratégica».
«En este sentido, no vemos la posibilidad de deslocalización de esta actividad. Y lo que pedimos desde los Estados es que se profundice en una acción de la Comisión Europea y que, por tanto, los planes de acción conlleven acciones también desde Europa que nos ayuden a tomar decisiones en el sentido de fortalecer la relocalización industrial», ha precisado.
Ha considerado que Europa y España necesitan mantener en su territorio «el ciclo integral del acero» y que el Gobierno está trabajando con las empresas del sector para «afianzar» este ciclo completo en España.
El ministro se ha pronunciado así en referencia a los planes anunciados por el gigante siderúrgico ArcelorMittal de deslocalizar parte de los puestos distintos a la producción -como recursos humanos, informática o compras- desde Europa hacia un centro de servicios en India.
Los planes han generado la indignación de los sindicatos, que critican, entre otras cosas, que la empresa adopte esta iniciativa cuando en marzo Bruselas aprobó un plan de acción específico para el sector, que prevé medidas de apoyo como el refuerzo a las cuotas de importación o el aumento de su arancel climático a los productos de este metal que llegan desde terceros países.
El acero, el aluminio y la automoción son hasta el momento los sectores europeos más impactados por los aranceles de Estados Unidos, con un gravamen del 25%.
La Comisión Europea ha presentado planes de apoyo para todos ellos y prepara medidas similares para otros sectores clave como el químico.