A solo dos días del plazo para llegar a un acuerdo el 9 de julio, Estados Unidos mantiene la presión sobre sus socios globales con mensajes contradictorios y amenazas arancelarias.
El presidente Donald Trump ha anunciado que enviará a partir de este lunes cartas a más de 100 países, detallando los aranceles que podrían entrar en vigor el 1 de agosto si no se alcanzan acuerdos comerciales bilaterales.
Trump ha advertido que algunos de estos gravámenes podrían llegar hasta el 70%, muy por encima de los llamados «aranceles recíprocos» anunciados en abril. El mandatario afirmó que prefiere «enviar cartas» antes que negociar con «cientos de países», en lo que se interpreta como una estrategia de presión de última hora.
Desde Washington, las declaraciones públicas siguen generando confusión. «Ya veremos… No voy a revelar nuestra estrategia, porque vamos a estar muy ocupados en las próximas 72 horas», respondió Scott Bessent, secretario del Tesoro, al ser preguntado por la postura estadounidense.
«Cuando enviemos las 100 cartas vamos a fijar sus tarifas arancelarias, con lo cual vamos a tener 100 pactos hechos en los próximos días», explicó Bessent. Ante la observación de que eso no equivale a acuerdos, el secretario fue tajante: «Ese es el acuerdo: si quieres comerciar con EE.UU., esto es lo que hay».
Tensiones internas
Los socios comerciales denuncian falta de cohesión en el equipo negociador de EE.UU., con desavenencias públicas entre Bessent, Howard Lutnick, el secretario de Comercio, y el representante comercial Jamieson Greer, según el diario japonés Nikkei, citando fuentes del Gobierno nipón.
La Unión Europea se enfrenta al final del plazo con una estrategia dividida. Bruselas baraja un acuerdo parcial similar a los firmados con Vietnam o Reino Unido, que mantendría el arancel del 10 % sobre productos europeos, y que permitiría seguir negociando en sectores clave como automoción, acero o aluminio, donde actualmente rigen aranceles del 25 % y 50 %, respectivamente.
Japón, por su parte, busca eliminar los aranceles a sus automóviles, mientras EE.UU. exige acceso al mercado de vehículos y arroz. La situación es similar con India, que rechaza ceder en productos agrícolas y lácteos, y con Corea del Sur, que negocia exenciones para baterías, automóviles, semiconductores y acero, a cambio de aumentar la inversión en suelo estadounidense.
Trump y Lutnick confirmaron que los aranceles anunciados el 2 de abril —coincidiendo con el llamado ‘Día de la Liberación’— entrarían en vigor el 1 de agosto, salvo que antes se cierren nuevos acuerdos. «Creo que tendremos a la mayoría de países el 9 de julio, o bien una carta o bien un acuerdo», dijo Trump ante la prensa en Nueva Jersey.
Hasta ahora, solo hay tres avances concretos: acuerdos marco con Reino Unido y Vietnam —sin profundidad de tratado— y una tregua comercial con China. Mientras tanto, los mercados reaccionan con cautela: los futuros de Wall Street caían un 0,30% en la tarde del domingo.