Así lo creen los expertos de Deusto Business School, que junto a Atrevia han publicado su segunda parte del estudio de esta nueva generación, posterior a los Millenials. Según se desprende del informe, el dilema al que se enfrenta esta nueva generación de trabajadores es que tienen que elegir entre renunciar a parte de su identidad para poder adaptarse a una realidad hecha por y para sus padres y abuelos, o por el contrario, ser ellos mismos aun a riesgo de quedar en la periferia del sistema. Mientras en 1992 existían 10 páginas webs, en 2013 se contabilizan 672 millones, dato que, sin duda, evidencia el salto tecnológico que se ha generado estos años. Además, en este periodo, la tasa juvenil ha aumentado más de un 20%, la población extranjera se ha multiplicado por 13 y el bipartidismo ha dado paso al surgimiento de partidos emergentes y la falta de legitimación de las grandes formaciones. Este estudio, para el que se ha realizado una encuesta representativa de los jóvenes Z para el conjunto de España atendiendo al grupo de edad de 14 a 22 años. muestra que para estos jóvenes, el sistema educativo no se adecúa a los requerimientos que luego encuentran en el mercado de trabajo. El 64% de los jóvenes encuestados cree que invertir en educación es prioritario para el desarrollo de país. Además, son una generación que no vienen a trabajar, «sino a vivir una experiencia profesional que les satisfaga,a fin a su forma de entender el mundo en el que viven». Los nuevos profesionales (que están saliendo ahora de la universidad), se decanta por el buen ambiente laboral, la conciliación y la posibilidad de desarrollar su carrera profesional a la hora de buscar su puesto de trabajo ideal.
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