La alarma ha saltado entre los sindicatos europeos.
La Confederación Europea de Sindicatos (CES) ha pedido a la Comisión Europea que active medidas de emergencia inmediatas y decididas para proteger el empleo y la producción industrial en Europa frente a la amenaza arancelaria de Estados Unidos.
«Debe tratarse como una situación de emergencia por las instituciones de la UE», señala el comunicado de la CES, que recuerda que los productos europeos ya soportan aranceles del 10%, y del 25% en sectores clave como la automoción, el acero y el aluminio.
La CES propone reactivar instrumentos como el fondo SURE, creado en pandemia para proteger el empleo, o suspender las reglas fiscales comunitarias para que los Estados puedan adoptar medidas industriales urgentes.
«Es esencial que la UE actúe de inmediato para implementar una política industrial sólida y herramientas para proteger el empleo y la producción en Europa», defiende Esther Lynch, secretaria general de la CES.
La dirigente sindical propone que esa respuesta incluya inversiones públicas, apoyo a sectores estratégicos y garantías de que las transiciones verde y digital generen empleo de calidad.
Firmeza ante Trump
La CES considera que las concesiones a Trump no han frenado la escalada y pide una postura firme: «La UE no debe dejarse intimidar, debe afirmar su autonomía y defender a los trabajadores europeos», subraya Lynch. Añade que es hora de «plantar cara a los abusadores que ven los compromisos como debilidad».
Además de apoyar las negociaciones comerciales con EE. UU. para evitar el nuevo arancel del 30% anunciado para agosto, la CES reclama a Bruselas que presente una propuesta de impuesto digital que grave a las grandes plataformas tecnológicas estadounidenses.
Los sindicatos se ofrecen a colaborar con las instituciones, la patronal y los gobiernos para construir una estrategia industrial resiliente e inclusiva, que refuerce la autonomía económica de la UE y blinde el empleo.