El mayor fabricante de chips de China, SMIC, no sufrió un aterrizaje forzoso durante el segundo trimestre pese a los aranceles impuestos por Estados Unidos, y confía en amortiguar el impacto de las tasas a los semiconductores anunciadas por Donald Trump, presidente norteamericano.
En una conferencia con analistas posterior a la presentación de resultados, Zhao Haijun, co-consejero delegado de la tecnológica, aseguró que todavía no ha hablado con sus clientes sobre los posibles aranceles del 100%, pero mostró confianza en poder reducir su impacto.
«Las preocupaciones sobre un posible aterrizaje forzoso (…) no se han materializado», afirmó Zhao, citado por el portal especializado Finet.
El directivo detalló que en mayo y junio mantuvo reuniones con clientes ante la escalada arancelaria iniciada por Trump, que llegó a convertirse en un embargo comercial «de facto» entre las dos mayores potencias económicas del mundo en abril, antes de que se firmara una tregua de tres meses.
Las sucesivas rondas de aranceles incrementaron los costes trasladados por SMIC a sus clientes en menos de un 10%, precisó Zhao.
Pese a que SMIC es el tercer mayor productor de semiconductores a nivel mundial, su cuota de mercado se sitúa en el 6%, por detrás de la coreana Samsung (7,7%) y de la líder TSMC (67,6%). Además, el 84% de sus ventas se concentran en el mercado chino, con solo un 12,9% procedente de América y un 3% de la región euroasiática.
En un comunicado a la Bolsa de Hong Kong, donde cotiza, SMIC informó de un descenso del 14,9% interanual en su beneficio del segundo trimestre, quedando por debajo de lo esperado por los analistas. Hacia las 15:00 hora local, sus acciones caían un 7,7%.
El sector de los semiconductores es clave para China, ya que forma parte de su estrategia para reforzar la autosuficiencia tecnológica y reducir la dependencia de terceros países en el contexto de la guerra comercial con Estados Unidos.