Snapchat comenzó este lunes a advertir a cientos de miles de usuarios en Australia de que deberán verificar su edad para evitar que sus cuentas sean bloqueadas a partir del 10 de diciembre, fecha en la que los menores de 16 años quedarán vetados de las redes sociales en el país. La medida responde a una regulación sin precedentes.
La plataforma ha empezado a enviar avisos en la app, además de mensajes por correo electrónico y SMS, a perfiles que podrían pertenecer a menores de 16 años según su actividad o edad declarada. Snap estima que unos 440.000 usuarios australianos tienen entre 13 y 15 años.
Opciones de verificación disponibles
Los usuarios recibirán un aviso para «verificar su edad», que podrán confirmar mediante ConnectID —sistema vinculado a cuentas bancarias—, un documento oficial como pasaporte o carné de conducir, o mediante reconocimiento facial con un selfie. Snap asegura que solo recibirá una respuesta binaria: si el usuario supera o no el umbral de edad.
Quienes no cumplan los 16 años verán sus cuentas bloqueadas desde el 10 de diciembre, aunque podrán descargar sus datos durante tres años. Si alcanzan la edad durante ese periodo, podrán reactivar su perfil con verificación; si no, las cuentas serán eliminadas definitivamente.
Rechazo de Snap a la interpretación legal
En un comunicado, Snap Inc. reiteró su desacuerdo con la decisión del Gobierno, que considera Snapchat una red social y no un servicio de mensajería —categoría exenta de la ley—. «Desconectar a los adolescentes de sus amigos y familia no los hace más seguros», declaró la compañía, que advierte de que la medida puede empujar a los jóvenes a plataformas menos seguras.
Meta ya inició un proceso similar la semana pasada. TikTok y Kick aseguraron que acatarán la ley, aunque sin detallar aún su implementación. Plataformas como YouTube, X, Reddit y Twitch no han comunicado su postura. Las empresas que incumplan la normativa afrontan multas de hasta 49,5 millones de dólares australianos.
Australia se convertirá el 10 de diciembre en uno de los primeros países del mundo en aplicar restricciones de este alcance, mientras otros gobiernos estudian medidas similares para proteger a los menores en Internet.
