La soledad del CEO: un riesgo silencioso en el liderazgo empresarial

El peso de tener que tomar decisiones sin poder compartirlo con nadie está pasando factura: muchos líderes ya sienten la soledad del CEO.
Una CEO trabajando sola Una CEO trabajando sola
Una CEO trabajando sola :: The Officer

Puede parecer que tienen todo bajo control. Despachos panorámicos, decisiones millonarias, poder de transformación. Pero bajo esa superficie impecable, muchos CEOs comparten algo que rara vez se verbaliza: una profunda sensación de soledad.

Esa distancia emocional no es un fallo del sistema. Es parte de la arquitectura del liderazgo. ¿Qué implica ocupar el lugar más alto cuando la cima a menudo está despejada… y vacía?

Sentimiento mayoritario

En un estudio publicado por Harvard Business Review, el 50% de los CEOs encuestados admitió sentirse solo en su rol. Y un 61% aseguró que esa soledad afectaba negativamente a su desempeño. No es solo una sensación personal; es una variable de gestión.

«Construir una empresa es a veces un lugar solitario, porque estás condicionado, especialmente como hombre, a no mostrar vulnerabilidad… Pero una de las cualidades más infravaloradas del liderazgo es precisamente esa: la capacidad de ser vulnerable y pedir ayuda»

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Howard Schultz, CEO de Starbucks.

Schultz no es el único que lo reconoce. La soledad del líder aparece cuando hay que cerrar tiendas, anunciar despidos o redefinir el rumbo. Cuando no hay un igual con quien compartir el peso de las decisiones.

Liderar sin máscara

Indra Nooyi, quien fue CEO de PepsiCo durante doce años, ha compartido en varias entrevistas que el cargo exige una combinación delicada: mostrar fortaleza hacia el exterior, mientras se gestiona ansiedad en privado.

«Cuando hay problemas en la empresa que no se pueden ignorar, no los comparto con mi familia. Intento protegerlos de esa preocupación», expuso Indra Nooyi en una entrevista con McKinsey & Company.

Nooyi también describe la exigencia de mantener la imagen de control en todo momento, mientras sostiene conversaciones difíciles con accionistas, empleados o medios. Esa doble cara —la que proyecta confianza y la que contiene incertidumbre— no siempre tiene un espacio para ser escuchada.

Mantener la imagen de control en todo momento pasa factura :: The Officer

Satya Nadella: «No eres líder si nadie quiere seguirte»

Uno de los casos más citados por su enfoque humano es el de Satya Nadella, CEO de Microsoft. Desde su llegada al cargo en 2014, ha impulsado una cultura más empática dentro de una de las empresas más tecnológicas del planeta.

«Un verdadero líder no es el que se proclama como tal. Es quien genera energía a su alrededor, quien construye una cultura donde la gente quiere crecer y contribuir», llegó a asegurar Satya Nadella durante su intervención en el Mobile World Congress 2019.

Nadella ha hablado de cómo la humildad y la escucha son herramientas directivas, no atributos secundarios. Lejos de proyectar infalibilidad, su estilo apuesta por la conexión emocional con el equipo.

En una entrevista con Fast Company, confesó que al principio le costaba dar feedback honesto por miedo a herir sensibilidades. Aprendió, dice, que la claridad también es una forma de respeto.

Una gran parte de altos directivos se siente solos en la toma de decisiones :: The Officer

La soledad como riesgo estratégico

Aislarse no solo es incómodo. Puede ser peligroso.

Un CEO sin puntos de contraste acaba rodeado de ecos, no de ideas. Las decisiones se filtran, se endulzan, se validan sin oposición. Es entonces cuando las organizaciones pierden agilidad, y los errores se enquistan.

CEO en su trabajo :: The Officer

Pero el problema no es exclusivo de casos extremos. Un liderazgo que no escucha, que no se expone, que no comparte procesos mentales ni invita a la retroalimentación, corre el riesgo de dirigir una empresa desconectada de su propia realidad.

Estrategias para no dirigir en solitario

Quienes han vivido ese aislamiento aprenden a contrarrestarlo con acciones concretas:

  1. Rodearse de voces que desafíen. Mentores, consejeros externos, coaches ejecutivos. Personas fuera del organigrama, que no teman decir lo que nadie se atreve. Schultz afirma que su mayor fuente de crecimiento como líder vino de «quienes no estaban de acuerdo conmigo».
  2. Visibilizar la vulnerabilidad. Indra Nooyi visitaba centros de trabajo sin aviso, conversaba con empleados sin filtros, y compartía sus dilemas estratégicos con quienes normalmente no tenían acceso al C-suite. Su objetivo: tomar decisiones con perspectiva humana.
  3. No delegar la cultura. Satya Nadella ha invertido años en cambiar el lenguaje y la narrativa interna de Microsoft. Habla de «mentalidad de crecimiento», de «colaborar con empatía» y de «escuchar más que hablar». Esa cultura empieza en el despacho del CEO, pero no debe quedarse allí.
CEO liderando en solitario :: The Officer

Estar arriba sin quedarse solo

Nadie dijo que liderar fuera cómodo. Pero tampoco debería ser solitario. Hoy más que nunca, el liderazgo de alto nivel no se mide solo en resultados, sino en la calidad de los vínculos que es capaz de sostener.

Porque una empresa que sigue a su CEO no necesita idolatría. Necesita visión, sí. Pero también humanidad, escucha y autenticidad.

Y eso —en un mundo de datos, métricas y poder— sigue siendo lo más difícil de gestionar.

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