Aunque aumentó sus ingresos y base de usuarios, Spotify cerró el segundo trimestre con unas pérdidas netas de 86 millones de euros, frente al beneficio de 274 millones registrado en el mismo periodo del año anterior.
La facturación de la empresa ascendió a 4.193 millones de euros, un 10% más interanual, mientras que los ingresos operativos aumentaron un 53%, hasta los 406 millones.
Sin embargo, los costes operativos subieron un 8% respecto al año anterior, hasta los 914 millones, y un 14% más frente al primer trimestre, lo que impactó negativamente en el resultado final.
Entre enero y marzo, Spotify había obtenido un beneficio neto de 225 millones. En el segundo trimestre, los ingresos se mantuvieron estables, pero el resultado operativo cayó un 20%, afectado por el aumento de costes.
La compañía alcanzó los 696 millones de usuarios activos mensuales a 31 de julio, un 11% más que hace un año y un 3% más que en el trimestre anterior. Dentro de ese grupo, los suscriptores de pago crecieron un 12% interanual y un 3% respecto al trimestre anterior, situándose en 276 millones.
«La gente viene a Spotify y se queda en Spotify. Al evolucionar constantemente, creamos más y más valor para los casi 700 millones de personas que utilizan nuestra plataforma», afirmó Daniel Ek, fundador y consejero delegado.
También señaló que ese valor «está atrayendo a más gente al streaming, y ha impulsado las industrias de la música, los pódcasts y los audiolibros».