Stellantis cerró el primer semestre de 2025 con unas pérdidas netas de 2.300 millones de euros, según cifras preliminares divulgadas, tras haber suspendido sus previsiones anuales por la incertidumbre arancelaria.
La facturación estimada en ese periodo se sitúa en 74.300 millones de euros, aunque la compañía advirtió de que las cifras podrían modificarse antes de la publicación de los resultados consolidados el próximo 29 de julio.
Según el comunicado, el grupo ha empezado a registrar el impacto de los nuevos aranceles estadounidenses, que supusieron un efecto negativo de 300 millones de euros, tanto por su aplicación directa como por la decisión de reducir producción.
Stellantis, que agrupa marcas como Peugeot, Fiat o Chrysler, comercializó entre abril y junio unos 1,447 millones de vehículos, lo que representa una caída del 6% respecto al segundo trimestre de 2024.
La mayor bajada de ventas se produjo en Norteamérica, donde se vendieron 109.000 unidades menos que un año antes, un descenso del 25%.
En su nota, la compañía explicó que esta evolución responde a una combinación de factores: la reducción de la fabricación de vehículos, el descenso de las ventas de automóviles importados –más afectados por los aranceles– y la caída en el canal de flotas.
Ante la volatilidad regulatoria, Stellantis suspendió en abril sus previsiones financieras para el conjunto del ejercicio. Mientras tanto, recalcó que las estimaciones de analistas financieros sirven como referencia principal para el mercado, por lo que decidió publicar estas cifras no auditadas para aclarar la diferencia entre las previsiones consensuadas y los resultados reales.
Las pérdidas del semestre consolidan la tendencia negativa del primer trimestre, en el que la facturación ya había caído un 14%, hasta 35.800 millones de euros, según datos publicados por la propia empresa en abril.