El pago con tarjeta se ha consolidado como la forma preferida de pagar en todos los países de la zona del euro, según los últimos datos del Banco Central Europeo (BCE).
En el segundo semestre de 2024, el número de pagos no en metálico subió un 8,6% interanual, hasta los 77.600 millones de operaciones, con un valor total de 116,9 billones de euros, un 3,8% más que un año antes.
Los pagos con tarjeta representaron el 57% del total, seguidos de las transferencias (21%), los adeudos directos (15%)y el dinero electrónico (6%). Dentro de esta tendencia, los pagos sin contacto aumentaron un 15,5% interanual, alcanzando 29.500 millones de transacciones, con un valor de 0,8 billones de euros.
En España, el 67,6% de las transacciones se realizaron con tarjeta, un incremento de 0,3 puntos respecto al mismo periodo del año anterior. Las transferencias subieron hasta el 16,9%, mientras que los adeudos directos bajaron al 12,5% y el dinero electrónico subió al 1,6% del total.
Por países, Lituania lidera el uso de tarjeta con un 72,9% de las transacciones. Alemania destaca por el uso de adeudos directos, que representan el 32% de su actividad de pagos.
El número total de tarjetas de pago en circulación alcanzó los 750 millones, una 8,2% más que el año anterior. Esto equivale a 2,1 tarjetas por habitante en la eurozona. El valor medio por pago con tarjeta fue de 39 euros.
El cambio de hábitos también se refleja en el descenso de cajeros automáticos, que bajaron un 3,1% hasta los 253.700 en la eurozona. En contraste, los terminales de punto de venta (TPV) crecieron un 7,9%, hasta alcanzar los 20,7 millones, de los cuales el 92% acepta pagos sin contacto.
Los sistemas de pago minoristas procesaron 56.100 millones de transacciones, por valor de 26,4 billones de euros. En la eurozona operan 34 sistemas distintos, entre ellos el MCMS de Mastercard, STEP2 y CORE en Francia.
En España, los pagos se canalizan a través del Sistema de Tarjetas y Medios de Pago (STMP) y el Sistema Nacional de Compensación Electrónica (SNCE).