La remontada de las commodities, ante la reducción de la oferta, pero, sobre todo, tras descartar (por ahora) el peor escenario para China, el de un ‘aterrizaje forzoso’, ha sido crucial en la mejora de las expectativas macro y de la inflación. El incremento de los precios, especialmente del petróleo o del cobre, ha sido impresionante, eso sí, desde un punto de partida muy bajo. Sin embargo, igual que sucede con las valoraciones alcanzadas por la renta variable, con mención destacada para Wall Street, los expertos comienzan a vigilar la escalada ante el riesgo de una corrección. En concreto, James Butterfil, director del equipo de analistas de ETF Securities, señala que “el sentimiento podría haber pasado de un techo bajista a uno alcista”. Y esto, alerta, “implica que podríamos ver un retroceso en las commodities a corto plazo a medida que se enfríen los mercados”. Si bien, reconoce que “los fundamentales siguen siendo atractivos para el largo”. Una conclusión a la que llega tras analizar los datos de la Commodity Futures Trading Commission (CFTC) para medir “la suma neta de todas las posiciones largas y cortas no comerciales”, y con ello tratar de entender cómo de positivos o negativos son los inversores respecto a las materias primas. “A principios de 2016, asistimos al que parecía el sentimiento hacia las commodities desde 2002 (…) Ahora, es mucho más alto y parece que nos encontramos ante un techo. Gran parte de este aumento estratosférico se debe inicialmente al oro, la plata o el cobre, y ahora, predominantemente al petróleo, donde el posicionamiento especulativo está muy cerca de tres veces por encima la desviación estándar de su media de largo plazo, nivel muy extremo”, explica.
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