Durante la presentación del informe sobre España de la OCDE, las palabras del mexicano, Ángel Gurría, secretario general de la institución, han salido con dulzura, en presencia del ministro de Economía, Luis de Guindos, para alabar la recuperación económica y las reformas que ha afrontado el Gobierno, aunque no se ha olvidado de pedir más esfuerzos. Sin embargo, el documento da un serio rapapolvo a la última reforma tributaria por olvidarse "de dar prioridad al empleo y mantener una distribución justa de las cargas impositivas".
La medida estrella del Gobierno para crear puestos de trabajo, la tarifa plana para contratos indefinidos, sale muy mal parada del análisis del organismo: "Es regresiva e implica un impuesto mayor para los trabajadores con baja retribución", señala el informe. La OCDE recomienda un giro de 180 grados en las políticas fiscales y de empleo que deberían contemplar una reducción permanente en las contribuciones empresariales a la seguridad social centrada en aquellos trabajadores con menor retribución, donde es más necesaria estimular el empleo y que presenta menores costes salariales.
La OCDE no es tímida para proponer que el sistema de la Seguridad Social se financie parcialmente con la recaudación de otros impuestos que no recaigan sobre el IRPF. "Las simulaciones muestran un efecto significativo sobre el PIB de las rebajas en las contribuciones a la seguridad social y en el impuesto sobre la renta". Aboga por impuestos sobre actividades nocivas para el medio ambiente y los tributos sobre los bienes inmuebles. "Ninguno de ellos es especialmente elevado en España y los impuestos sobre la energía son relativamente bajos, además, de lastrar menos el crecimiento y, en el caso de los medioambientales, pueden elevar el bienestar.
La medida tendría un impacto inmediato en la creación de empleo y deja en papel mojado casi todas las iniciativas anunciadas la semana pasada semana enfocadas a mejorar la oferta del mercado laboral. "A corto plazo, las medidas para impulsar la demanda de empleo, como rebajar las contribuciones a la seguridad social, suelen resultar más efectivas que las políticas orientadas a incrementar la oferta, cuyos efectos tardan más tiempo en materializarse y son más efectivas si se dirigen a los trabajadores con baja retribución", explican los expertos de la OCDE.
En el informe también se reconoce que las anteriores reformas estructurales han sido valientes y que darán sus frutos en los próximos años. Por eso ha mejorado sus previsiones de crecimiento para los próximos ejercicios. La institución pronostica que la economía crecerá a final de año un 1,2%, dos décimas más que en su anterior estudio de mayo, y un 1,6% en 2015, una décima más. El Gobierno ya ha avanzado que mejorará también su cuadro económico de abril, cuando estimaba que el PIB aumentaría un 1,2% en 2014 y un 1,8% en 2015.
Además, de recomendar a España los ingredientes clásicos de la receta para consolidar el crecimiento como el equilibrio presupuestario o control del gasto público, la OCDE insiste en que la clave está en la creación de empleo y para ello es necesario reducir la contribución de las empresas a la Seguridad Social.
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