Trump frena cinco proyectos eólicos marinos en Estados Unidos

El Gobierno de Estados Unidos suspende cinco proyectos de eólica marina en la costa este, incluido Vineyard Wind 1 de Iberdrola.
Donald Trump, presidente de Estados Unidos Donald Trump, presidente de Estados Unidos
Donald Trump, presidente de Estados Unidos

El Gobierno de Estados Unidos ha suspendido el arrendamiento de cinco grandes proyectos de energía eólica marina en la costa este del país, una decisión que afecta directamente al desarrollo de las renovables marinas en el mercado estadounidense.

Entre los proyectos paralizados figura Vineyard Wind 1, impulsado por Iberdrola frente a la costa de Massachusetts, que ya operaba de forma parcial y estaba considerado uno de los mayores desarrollos eólicos marinos del país.

La medida tiene efecto inmediato y supone un giro relevante respecto a la estrategia energética seguida en los últimos años por la Administración federal.

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Decisión del Departamento del Interior

El Departamento del Interior comunicó que la suspensión responde a riesgos para la seguridad nacional detectados en informes clasificados elaborados por el Departamento de Guerra. El comunicado oficial no concreta la naturaleza de esos riesgos ni el alcance temporal de la paralización.

La orden revoca los contratos de arrendamiento concedidos durante el mandato de Joe Biden y deja en suspenso proyectos que ya se encontraban en fase avanzada de ejecución.

El anuncio ha generado incertidumbre entre inversores y promotores del sector renovable, que habían apostado por la costa este como eje estratégico de crecimiento.

Proyectos e inversiones en el aire

Además de Vineyard Wind 1, la suspensión afecta a Revolution Wind y Sunrise Wind, en Rhode Island; CVOW – Commercial, frente a la costa de Virginia; y Empire Wind 1, en el litoral de Nueva York, en el que ha participado la ingeniería española Esteyco.

Vineyard Wind 1 contaba con unos 3.500 millones de dólares en financiación comprometida y estaba diseñado para alcanzar una capacidad de generación superior a 800 megavatios.

En conjunto, estos desarrollos estaban llamados a producir electricidad para más de 2,5 millones de hogares, consolidando la eólica marina como pilar del mix energético regional.

Cambio de rumbo político y energético

La decisión se produce pocos meses después del regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y refuerza su postura crítica frente a la energía eólica.

Trump ha reiterado en distintas ocasiones su rechazo a este tipo de instalaciones, argumentando su impacto sobre el paisaje y los posibles efectos negativos en los ecosistemas, especialmente en las aves.

El parón deja en el aire miles de millones de dólares en inversiones y abre un nuevo escenario de incertidumbre para el futuro de la eólica marina en Estados Unidos, en un momento clave para la transición energética global.

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