La empresa taiwanesa TSMC, reconocida a nivel mundial en la fabricación de semiconductores bajo contrato, ha admitido que está lidiando con dificultades para cumplir con las restricciones de exportación de chips de Estados Unidos. En su informe anual de 2024, TSMC afirmó: «El papel de TSMC en la cadena de suministro de semiconductores limita inherentemente su visibilidad y la información disponible sobre el uso posterior o el usuario de productos finales que incorporarán semiconductores fabricados por ella». Esta limitación representa un reto notable para la empresa, ya que «impide que TSMC pueda garantizar plenamente que los semiconductores que fabrica no sean desviados hacia un uso o usuario final no deseados».
La firma informó que en octubre del año pasado alertó a las autoridades de EE.UU. y Taiwán sobre la posible desviación de uno de sus chips hacia una «entidad restringida», en referencia a Huawei. Desde entonces, la compañía «ha estado colaborando con las solicitudes de información y documentos adicionales por parte de las autoridades». Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, TSMC resaltó: «A pesar de los mayores esfuerzos de TSMC por cumplir con todas las leyes y regulaciones pertinentes de control de exportaciones y sanciones, no hay garantías de que sus actividades comerciales no se consideren en incumplimiento de dichas normativas».
La semana pasada, Nvidia calculó que podría enfrentar un impacto negativo de 5.500 millones de dólares (aproximadamente 4.836 millones de euros) en su balance del primer trimestre debido a la decisión del Gobierno de Donald Trump de exigir licencias para exportar sus chips H20 a China, Hong Kong y Macao. Además, a principios de año, Washington introdujo nuevas regulaciones para los controles de exportación de chips avanzados y agregó a dieciséis empresas de China y Singapur a su lista negra.