Bankuish, la fintech nacida en Colombia y con base operativa en EE.UU., se ha consolidado como una de las startups de mayor proyección global en inclusión financiera.
Tras alzarse como ganadora en los premios 4YFN 2025 de Barcelona acaba de hacer lo mismo en el South Summit de Madrid, donde obtuvo el primer puesto en el vertical Fintech & Insurtech y fue reconocida como la «Más Disruptiva».
José Vicente Fernández, CEO y fundador, ha diseñado una plataforma que traduce los ingresos digitales de la economía gig en un perfil crediticio válido ante la banca tradicional.
Su motor es AImee, un sistema de inteligencia artificial que interpreta datos de plataformas como Uber, Rappi, Upwork o Cabify para calcular el Bankuish Score y facilitar así el acceso a financiación a quienes no tienen nómina ni historial bancario.
«Nuestro objetivo es que ningún trabajador digital se quede fuera del sistema financiero por cómo gana su dinero», ha explicado Fernández, que impulsó el proyecto tras experimentar en carne propia las barreras del crédito como inmigrante en EE.UU.
La startup ha concedido más de 61.000 préstamos, mantiene una morosidad inferior al 2% y ha levantado seis millones de dólares en rondas semilla y Serie A.
En solo tres años, se ha expandido a México, Brasil, Chile, Colombia y Estados Unidos, y prepara su entrada en Canadá, Europa y Asia.
El respaldo del Banco Santander, a través del programa de innovación abierta que promueve el South Summit, ha sido clave para su posicionamiento como solución de impacto real. La entidad ya colabora en pilotos para aplicar este modelo de scoring a segmentos no bancarizados.
La economía digital —estimada en más de 104.000 millones de dólares y con un crecimiento anual del 16 %— demanda nuevos criterios para medir solvencia. Bankuish propone uno basado en actividad real, ingresos verificables y reputación digital, alineado con las nuevas dinámicas laborales.
El reto ahora es escalar ese modelo y convertir el Bankuish Score en un estándar internacional, replicable para freelancers, repartidores, creadores digitales o cualquier perfil fuera del circuito financiero tradicional.