Tumi Robotics quiere llevar sus robots de mina a la Luna

La startup peruana aplica su tecnología minera en la inspección crítica en entornos extremos, incluso fuera de la Tierra.
Francisco Cuéllar (CEO), Claudia Akamine (confundadora) y meimbro del equipo
Francisco Cuéllar (CEO), Claudia Akamine (confundadora) y meimbro del equipo :: Tumi Robotics

Tumi Robotics quiere llevar sus robots de mina a la Luna

La startup peruana aplica su tecnología minera en la inspección crítica en entornos extremos, incluso fuera de la Tierra.

Inspeccionar túneles a 400 metros de profundidad o analizar la acidez de una laguna de relaves sin poner en riesgo a ningún trabajador. Ese es el punto de partida de Tumi Robotics, una startup peruana que desarrolla robots para operar en infraestructuras críticas de difícil acceso, con un objetivo claro: más eficiencia, más precisión y cero accidentes.

La empresa nació en 2016 desde el área de mecatrónica de la Pontificia Universidad Católica del Perú y, en pocos años, pasó de ser una investigación académica a una firma con oficinas en Lima, Santiago de Chile y Estados Unidos, además de una sede abierta en Australia.

Su especialidad es la inspección y diagnóstico digital de infraestructuras como chimeneas de ventilación, tuberías industriales o cuerpos de agua. En vez de enviar a un operario a un entorno arriesgado, sus robots —terrestres, acuáticos y aéreos— hacen el trabajo diez veces más rápido y con mayor precisión.

Prototipo del robot :: Tumi Robotics

Los informes de Tumi incluyen desde fallas estructurales hasta presencia de objetos extraños o valores anómalos en el agua. Todo se analiza con herramientas de inteligencia artificial y se diagnostica con ayuda de especialistas. Hoy, el 80% de sus ventas proviene de sectores como minería e infraestructura.

Pero Tumi también está apostando fuerte por el monitoreo medioambiental, especialmente ahora que más empresas priorizan sus compromisos ESG. «Nuestros robots pueden medir temperatura, oxígeno y acidez del agua. Y eso también los hace útiles para actividades como pesca y acuicultura», explica Francisco Cuéllar, fundador y CEO de la compañía.

Ahora, la visión va más allá del planeta. Tumi ha sido una de las pocas startups internacionales seleccionadas por la Agencia Espacial Europea para participar en un programa de aceleración con foco en la exploración lunar. La idea: adaptar su tecnología para construir una base habitable en la Luna.

Para Cuéllar, hay un paralelismo evidente: «La minería y el espacio comparten algo clave: ambos son ambientes extremos. La tecnología que funciona en uno, puede funcionar en el otro». Por eso, ya están desarrollando prototipos capaces de operar en condiciones selenitas.

Mientras mapean nuevas oportunidades en países como Chile, donde ya colaboran con empresas del sector, y levantan una ronda semilla para escalar más rápido, su apuesta es seguir haciendo lo que mejor saben: desarrollar tecnología aplicada al riesgo.

¿El próximo paso? Consolidar presencia en mercados como Norteamérica y Europa, donde la demanda por metales críticos para la transición energética —como los usados en vehículos eléctricos o paneles solares— vuelve especialmente relevante su tecnología.

Desde un muelle minero en Ancash hasta los cráteres de la Luna, Tumi Robotics avanza con paso firme hacia una robótica más segura, más ágil y más ambiciosa.