El turismo y las olas de calor modifican el consumo en verano

El turismo, el calor extremo y los precios vacacionales reconfiguran el comportamiento del consumidor en hostelería y alimentación.
La Rambla La Rambla
Turistas en La Rambla, Barcelona :: The Officer

Las olas de calor, la expansión del turismo y el encarecimiento de los precios vacacionales están condicionando el comportamiento del consumidor en verano.

La facturación de las empresas de gran consumo —alimentación e higiene— y de la hostelería se está viendo afectada por el aumento del turismo nacional e internacional y por el contexto de inflación.

Según la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc), factores como la subida del coste del transporte, el encarecimiento de los alojamientos y el crecimiento del turismo están marcando las ventas estivales.

Pablo de la Rica, director de conocimiento sobre restauración y hostelería de Aecoc, señala que «el turismo está impulsando la facturación tanto en gran consumo como en restauración en las zonas con mayor afluencia de visitantes».

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España se prepara para registrar un nuevo récord turístico, con una cifra cercana a los cien millones de visitantes. La gastronomía se consolida como la segunda razón más valorada por los turistas al elegir destino.

En este contexto, el norte peninsular se beneficia del atractivo del turismo gastronómico, apoyado por un clima más templado y una oferta culinaria reconocida.

El aumento del gasto medio por turista y la llegada de viajeros de alto valor, especialmente procedentes de Asia, refuerzan esta tendencia. Sin embargo, el sector también enfrenta el reto de la pérdida de poder adquisitivo y del aumento de costes para consumidores y turistas.

De la Rica apunta que «la combinación adecuada de conveniencia y percepción de valor por el precio es clave. La experiencia global —comodidad, atención y servicio— influye directamente en el gasto».

Las altas temperaturas están modificando los hábitos de consumo. La demanda de aguas y de helados crece, aunque el calor extremo puede disuadir a los consumidores de ocupar terrazas y espacios abiertos.

Al mismo tiempo, la comida preparada mantiene un crecimiento sostenido, cercano a las dos cifras en los últimos tres años, con propuestas más diversas y de calidad. Este tipo de producto responde a un consumidor que busca soluciones por falta de tiempo, habilidades o simplemente ganas de cocinar.

La adaptación al turista internacional es otro factor relevante. Aecoc destaca que incluso los visitantes extranjeros valoran la comida preparada como una opción atractiva, que puede influir en la elección del establecimiento.

Por eso, en las zonas con alta afluencia internacional, las cadenas de gran consumo ajustan su oferta, incorporan cartelería multilingüe y productos representativos de mercados como Reino Unido, Francia o Alemania.

La experiencia del turista, más centrada en el disfrute que en la rutina, exige a distribuidores y hosteleros propuestas capaces de conectar con ese patrón de consumo.

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