U.S. Steel es estadounidense: Trump se reafirma

El presidente de Estados Unidos quiere que la acerera permanezca en manos estadounidenses pero se abre a una inversión japonesa.
Shigeru Ishiba, primer ministro de Japón, y Donald Trump, presidente de EE.UU. Shigeru Ishiba, primer ministro de Japón, y Donald Trump, presidente de EE.UU.
Shigeru Ishiba, primer ministro de Japón, y Donald Trump, presidente de EE.UU.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a dejar claro su postura sobre la propiedad de U.S. Steel, subrayando que la empresa siderúrgica debe seguir siendo estadounidense. Durante una reunión del Gabinete en Washington, Trump ha expresado, nuevamente, su negativa ante la posibilidad de que Nippon Steel se haga con U.S. Steel.

Sin embargo, no descarta la opción de inversión del grupo nipón en la acería estadounidense. «Que un país extranjero compre esa querida marca que es U.S. Steel, eso es duro para mí», ha comentado Trump, causando una caída del 7% en las acciones de la compañía en Wall Street.

El presidente ha ordenado al Comité de Inversión Extranjera en los Estados Unidos (CFIUS) que evalúe la posible adquisición de U.S. Steel para determinar si es necesario que él «tome medidas adicionales». Esta revisión previamente había llevado a un aumento en el valor de la empresa en bolsa. Trump ha asegurado que a U.S. Steel «le va a ir muy bien ahora debido a los aranceles», refiriéndose a la imposición del 25% recientemente aplicada a las importaciones de acero y aluminio por su Administración.

El 3 de enero, el entonces presidente Joe Biden bloqueó la venta de U.S. Steel, citando razones de seguridad nacional y la necesidad de mantener una «industria acerera fuerte operada y de propiedad nacional fuerte». Esta decisión frustró la creación de un gigante industrial valorado en aproximadamente 14.000 millones de dólares, que podría competir con empresas como ArcelorMittal y con las chinas lideradas por Baowu Steel.

Trump había mostrado una fuerte oposición a esta venta antes de la decisión de Biden. Tras su regreso a la Casa Blanca y una reunión con el primer ministro japonés Shigeru Ishiba, Trump ha manifestado una disposición a que Nippon Steel adquiera una participación limitada en U.S. Steel, lo que indica un cambio en su postura inicial.

«Ahora (los japoneses) han retornado de otra forma. Retornan como inversores. Y supongo que me siento mejor con esto», declaró Trump, refiriéndose al interés de Nippon Steel en invertir en la empresa siderúrgica estadounidense. Este giro sugiere un enfoque más conciliador hacia la inversión extranjera directa, aunque siempre bajo el control de las regulaciones nacionales.

La declaración de Trump ilustra las tensiones comerciales que han caracterizado su Administración y su enfoque proteccionista hacia la economía estadounidense. La cuestión de la propiedad de U.S. Steel se enmarca dentro de un debate más amplio sobre cómo proteger las industrias estratégicas y fomentar una economía nacional resiliente ante la competencia extranjera.

El futuro de U.S. Steel y su estructura de propiedad sigue siendo incierto. Las decisiones que se tomen sobre este asunto podrían tener repercusiones significativas para el sector acerero estadounidense y su posición en el mercado global.

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