El banco suizo ha cerrado el periodo comprendido entre abril y junio con unas ganancias de 1.034 millones de francos suizos, por encima de los 680 millones que esperaba el consenso.
Un resultado que su consejero delegado (CEO), Sergio P. Ermotti, califica de "fuerte" para un trimestre en el que "hemos ayudado a nuestros clientes a navegar las difíciles condiciones del mercado, al tiempo que manteníamos la disciplina de riesgos y reducíamos aún más los costes".
Así, el negocio de gestión patrimonial ha cosechado un beneficio antes de impuestos ajustado de 606 millones de francos suizos, 163 millones menos que en el mismo periodo de 2015. "Un rendimiento resistente a pesar de una actividad mucho más moderada", destaca el banco.
La división logró atraer 6.000 millones de fondos nuevos, centrada en "la rentabilidad sostenible y apoyada principalmente en las entradas de Asia-Pacífico y Suiza, que se han visto parcialmente compensadas por las salidas de emergentes y Europa".
Destaca el área de Wealth Management Americas, con un beneficio antes de impuestos ajustado de 281 millones, frente a los 231 millones del segundo trimestre del año pasado, "lo que refleja un registro récord en el margen de intereses y menores gastos operativos". Las entradas, por su parte, alcanzaron los 2.400 millones, a pesar de las "salidas relacionadas con la temporada de impuestos y frente a los 700 millones de salidas de 2015".
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