Los países de la Unión Europea han acordado un enfoque común para negociar la creación del euro digital, una moneda que complementará al dinero en efectivo y contará con un estatus legal reforzado. El objetivo es garantizar su aceptación generalizada cuando entre en funcionamiento.
El Consejo de la Unión Europea ha subrayado que el euro digital estará respaldado por el Banco Central Europeo y disponible tanto para ciudadanos como para empresas. Permitirá realizar pagos en toda la eurozona en línea y fuera de línea, incluso sin conexión a Internet.
Disponibilidad y uso del euro digital
El nuevo sistema coexistirá con los medios de pago privados, como aplicaciones bancarias y tarjetas. Para proteger la estabilidad financiera, se fijarán límites a la cantidad de euros digitales que cada usuario podrá mantener en cuentas y monederos, límites que determinará el Banco Central Europeo conforme a la normativa comunitaria.
Los Estados miembros también han acordado reforzar el papel del efectivo. El dinero físico deberá seguir disponible y aceptado para el pago de bienes y servicios, con excepciones concretas como las compras en línea o los puntos de venta automatizados.
Protección del efectivo en la eurozona
Cada país será responsable de vigilar la aceptación del efectivo en su territorio. Además, deberá garantizar su disponibilidad y diseñar planes de resiliencia ante posibles interrupciones de los sistemas de pago electrónicos.
El proceso continúa ahora en el Parlamento Europeo, que debe cerrar su posición negociadora. El español Fernando Navarrete, exdirector de gabinete del exgobernador del Banco de España, lidera estos trabajos.
El borrador parlamentario, aún en debate, plantea diferenciar claramente el euro digital en línea y fuera de línea y propone un método alternativo para fijar los límites de tenencia por usuario.
