UPS acaba de lanzar un plan de bajas voluntarias para conductores en Estados Unidos, según ha confirmado la empresa, en una operación inédita en sus 117 años de historia.
Esta medida forma parte de una estrategia más amplia para reducir costes y reequilibrar su estructura operativa ante el enfriamiento de la demanda y la automatización creciente del sector.
Este programa está dirigido a un número no especificado de empleados del segmento Teamsters, el sindicato mayoritario entre los conductores de la compañía. Las salidas incluirán una compensación económica y condiciones adicionales de jubilación, según han explicado fuentes cercanas a la negociación.
La decisión se produce apenas un año después de que UPS firmara con Teamsters un convenio colectivo de cinco años que evitó una huelga nacional y garantizó mejoras salariales para miles de trabajadores.
UPS ha justificado este paso por la necesidad de ajustar su plantilla a las condiciones actuales del mercado. Tras el auge del comercio electrónico durante la pandemia, el volumen de paquetes ha disminuido, afectando a los ingresos y a la eficiencia operativa de la red.
«Estamos evaluando continuamente cómo adaptarnos para competir eficazmente en el entorno actual», señaló la empresa en un comunicado.
Este programa no afecta, por el momento, a otras divisiones de la compañía ni implica despidos forzosos.
