¿Puede una idea universitaria acabar volando alto en la industria global? Valyra Aerospace parece tener la respuesta. Esta startup diseña drones avanzados, pensados para hacer más eficiente la logística, la defensa o la inteligencia… y, de paso, reducir su impacto ambiental. Su misión es clara: crear sistemas aéreos fiables y versátiles para escenarios complejos.
La historia comenzó en 2018, en plena Universitat Politècnica de València (UPV). Un grupo de estudiantes inquietos fundó Horus UPV para explorar hasta dónde podían llegar los UAV. Tres años después, dieron vida al primer prototipo, el H101, un modelo básico pero suficiente para demostrar que podían diseñar y fabricar drones desde cero.
En 2022 se atrevieron con algo más ambicioso: el H110, un rediseño total que los llevó a ganar un tercer puesto en la competición internacional «UAS Challenge». Ese mismo año arrancaron el proyecto Hydrone, un dron propulsado por celdas de hidrógeno, apostando por un futuro con menos huella de carbono.
Con esa experiencia, en 2023 pasaron de los planos a la acción con el H200, un dron de alto rendimiento pensado para dar un salto cualitativo. Su primer vuelo en 2024 fue todo un momento «sí, lo logramos». Ese mismo año, dieron el paso natural: fundar oficialmente Valyra Aerospace para salir del campus y entrar en el mercado global.
En paralelo, se dejaron ver en eventos clave como el Demo Day de la UPV, donde startups, inversores y expertos debatieron sobre el futuro de la innovación. Allí, Valyra demostró que no eran solo otro proyecto universitario, sino un jugador serio en el ecosistema tecnológico. Además, el programa IDEAS UPV, que ya ha impulsado más de 1.000 proyectos en tres décadas, les sirvió como trampolín para profesionalizarse.
Hoy, la compañía se mueve con cinco ideas claras: innovar siempre, actuar con integridad, poner al cliente en el centro, colaborar con quien sume y apostar por la sostenibilidad. Y su visión no es pequeña: aumentar la autonomía y la capacidad de carga de sus aeronaves hasta superar los 1.000 kilos, lo que abriría la puerta a transportar carga… y quizá algún día, pasajeros.
Valyra es, en esencia, una mezcla de investigación académica, mentalidad startup y ambición global. Su objetivo es liderar la transformación de la movilidad aérea, con drones más inteligentes, más eficientes y más responsables con el planeta. Como ellos mismos dicen, quieren «redefinir el sector UAV y dejar una marca en la industria tecnológica».
Y, viendo su recorrido, parece que ya están en camino.