El grupo indio Vedanta ha sufrido un fuerte castigo bursátil tras la publicación de un informe de la firma estadounidense Viceroy Research, que acusa a la compañía de operar como un «esquema Ponzi» y de utilizar los fondos de su filial india para cubrir deudas de su matriz.
La empresa, controlada por el magnate Anil Agarwal, ha calificado el informe de «propaganda maliciosa».
El documento de Viceroy señala que la matriz de Vedanta, con sede en Reino Unido, actúa como un «holding parásito sin operaciones propias», y sostiene que drena recursos de su filial india, Vedanta Ltd., una de las mayores productoras mundiales de zinc, plomo y aluminio, además de operar en los sectores de petróleo y gas en India y África.
Vedanta ha respondido con un comunicado oficial en el que niega categóricamente las acusaciones, asegurando que se trata de una «combinación maliciosa de desinformación selectiva y acusaciones sin fundamento», cuyo único objetivo es generar pánico en el mercado para beneficiar a los vendedores en corto.
La empresa ha considerado «sospechoso» el momento en que se ha difundido el informe.
Las acciones de Vedanta Ltd. han caído un 3,4% en las dos últimas sesiones en la Bolsa de Bombay, lo que supone una pérdida de más de 500 millones de dólares en capitalización bursátil.
La situación recuerda al caso de Adani Group, otro conglomerado indio afectado por un informe de Hindenburg Research en 2023, que provocó un desplome similar y disparó las alertas sobre la transparencia de los grandes grupos familiares indios.
El creciente escrutinio internacional sobre la estructura financiera y la gobernanza de las grandes corporaciones del país plantea un nuevo desafío para atraer inversión extranjera en un entorno cada vez más vigilado.