Los índices norteamericanos han seguido con su rally alcista y han finalizado el mes de julio marcando nuevos máximos históricos, con subidas del 4,3% para el Nasdaq y del 1,9% para el S&P 500. Según el gestor de Abante Pangea, Alberto Espelosín, no es factible mantener los niveles de volatilidad en mínimos y los de complacencia en máximos durante los cinco meses que faltan para acabar el año. Y es que, los niveles de valoración fundamental son extremadamente altos bajo cualquier medida, y lo mismo sucede con los indicadores técnicos, que piden a gritos una corrección de al menos un 10% para, incluso en el caso alcista, alisar los ángulos verticales de subida. Que los resultados empresariales son buenos es una realidad, pero también lo es que son unos beneficios en pico de ciclo que en ningún caso son merecedores de un multiplicador de PER tan elevado, solo comparable en épocas de sobrevaloración muy marcadas, y aquí algunos datos: El S&P 500, con un ratio PER Shiller en el percentil 97, con el Q Ratio (valor de reposición de activos) solo superado por el dato de la burbuja del año 2000, y con un “Buffet Indicator” en el 131%, siendo la segunda lectura más cara de la historia. Con todo esto, Espelosín considera que el margen de seguridad está más que agotado y que la caída del mercado es inminente, ya sea como una pequeña corrección o en forma de lo que puede ser el inicio de un mercado bajista hasta el año 2019.
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