Los expertos señalan la “firmeza” del BCE, pero esperan cambios futuros

El Banco Central Europeo ha celebrado una de las reuniones más esperadas de los últimos meses, pero lo ha hecho sin anunciar ningún cambio en la política monetaria. De esta manera, el tipo de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito se mantendrán sin variación en el 0,00 %, 0,25 % y -0,50 %, respectivamente. Además, el Consejo de Gobierno seguirá efectuando compras netas de activos en el marco del programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP) con una dotación total de 1.850 mm de euros al menos hasta el final de marzo de 2022 y, en todo caso, hasta que considere que la fase de crisis del coronavirus ha terminado. 

Por todo ello, los analistas y expertos coinciden en señalar la firmeza de la entidad a la hora de no mostrar visos de cambios en la política monetaria. “Lo cierto es que no deja de sorprendernos la complacencia que están mostrando los bancos centrales con la evolución reciente de los precios. En los últimos días se han publicado precios de producción industriales a niveles no vistos desde 2008: China +9%, Europa 7,6% y EEUU 6,2%, reflejando claramente la reciente evolución al alza de los precios de las materias primas, microprocesadores, fletes, etc”, comenta Hernán Cortés, cogestor del fondo Olea Neutral.

Para Paul Diggle, economista jefe de Aberdeen SI, el mensaje que el BCE ha transmitido con la decisión de hoy es: «Hay que seguir adelante, no habrá tapering». La decisión de política monetaria se mantiene prácticamente sin cambios con respecto a la de abril, y las compras de activos continuarán a un ritmo más elevado. El comunicado ha sido decididamente dovish y continuaremos con una política monetaria muy acomodaticia”. 

Este panorama despeja las dudas sobre cuáles son las pautas a seguir por el BCE: «mano firme» en la postura ultra-acomodaticia de la política monetaria. “Lagarde resaltó este compromiso al indicar en pocas palabras que es muy temprano y prematuro para comenzar a considerar la retira o reducción de PEPP u otros instrumentos de estímulo monetario. Este lenguaje despeja dudas sobre un inminente tapering, algo que los mercados sospechaban no tardaría mucho tiempo en llegar en vistas de un panorama económico más favorable”, comenta Olivia Álvarez, analista de MONEX EUROPE.

¿Y el futuro?

Los expertos esperan que esta postura ultra ‘dovish’ del BCE comenzará a cambiar en los próximos meses. “De cara al futuro creemos que, en el entorno de mayor crecimiento e inflación inducido por la reapertura más adelante en el año, es probable que los mercados sigan poniendo a prueba la determinación del BCE (y de la Fed) de mantener una política acomodaticia extrema”, sostiene Anna Stupnytska – Economista global de Fidelity International. La experta espera que en la segunda parte del 2021 pueda producirse algún cambio. Algo en lo que coincide Konstantin Veit, gestor de carteras en PIMCO, que concluye señalando que «la reunión de septiembre podría ser interesante, ya que el BCE tiene previsto concluir la revisión de la estrategia en torno a esa fecha y probablemente comenzará a comunicar la estrategia del PEPP para 2022”.

1970-01-01 00:00:00

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